SI EL PRESIDENTE DONALD TRUMP tiene éxito en nombrar un sucesor para la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg antes de la elección; o si pierde, en una sesión antes de entregar el poder, ¿cómo podrían los demócratas tratar de superar la resultante y clara mayoría conservadora en la Corte Suprema?
Mucho del enfoque se ha centrado hasta ahora en la posibilidad de expandir el estrado para añadir jueces liberales, una opción que depende de que los demócratas no solo ganen la presidencia en noviembre, sino también el control del Congreso. No obstante, llenar la Corte es solo una estrategia que los demócratas podrían intentar para contrarrestar un desequilibrio judicial que funciona en contra de ellos. He aquí otros cuatro métodos que los líderes del partido podrían emplear.
EL PLAN DE LOS 15 JUECES
Similar a llenar el estrado en algunos aspectos, esta propuesta aumentaría el número de jueces con una división a partes igual de afiliación partidista.
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Pete Buttigieg, exprecandidato presidencial demócrata, propuso dicho plan durante las votaciones primarias, y sugiró que la Corte podría expandirse a 15 miembros, con miras a restaurarle algo de neutralidad política. Los 15 se conformarían de cinco conservadores, cinco liberales y cinco jueces no políticos, y este último grupo sería elegido por los primeros diez.
ROTAR JUECES
Otra sugerencia que surgió durante las votaciones primarias demócratas, esta a través de Bernie Sanders, senador por Vermont, sería rotar los jueces. “Esto trae sangre nueva a la Corte Suprema”, dijo.
No está claro el método con que serían rotados los jueces, aunque posiblemente sea un proceso complejo que necesitaría de la cooperación de quienes se retiran de las cortes y también necesitaría el nombramiento y votación de quienes ingresarían a ellas.
LÍMITES DE PERIODO
En el pasado se han hecho propuestas para limitar los periodos de los jueces de la Corte Suprema, con la sugerencia de un ejercicio por 18 años seguido por un servicio en una corte federal menor.
“Los nombramientos de por vida para los jueces han resultado en periodos cada vez más largos, con consecuencias considerables para la politización de la Corte”, escribió Maggie Jo Buchanan, directora de progreso legal en el Centro para el Progreso Estadounidense, en un artículo donde argumentó el caso previamente este año.
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“Crear límites de periodo establecería una regularidad en las vacantes y ayudaría a evitar un recrudecimiento de los resultados negativos asociados con los ejercicios de por vida y cada vez más largos de los jueces”.
RESTARLE PODER A LA CORTE
Algunos académicos legales propugnan el quitarle algo de poder a la Corte Suprema: por ejemplo, trasladar ciertos casos fuera de su jurisdicción, o exigir una decisión de una supermayoría para derogar leyes. Al momento, esto solo requiere una mayoría simple de cinco contra cuatro.
“Estas reformas le quitan poder a la Corte Suprema, redirigiéndolo a las ramas políticas”, dijeron Ryan Doerfler, de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chicago, y Samuel Moyn, de la Universidad de Yale, en un artículo previamente este año para la California Law Review. “Aun cuando tales reformas no garantizarían avances en la democracia social, sí asegurarían que la batalla por tales avances tenga lugar en la arena democrática”. N
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek