La aclamada cantautora recupera sus raíces como solista en su álbum más reciente, Whole New Mess.
El mes pasado, Angel Olsen realizó una presentación en el prácticamente vacío Templo Masónico de Asheville, en esa población de Carolina del Norte. Esa presentación no era el plan original de la cantautora para 2020, que consistía en una serie de fechas en América del Norte y Europa para promover su entonces más reciente álbum, All Mirrors. Entonces, llegó la pandemia. Así, Olsen comenzó a realizar una serie de presentaciones transmitidas en vivo.
A pesar de la enorme cantidad de asientos desocupados, Olsen, de 33 años, actuó con la convicción y la vulnerabilidad que le son características y que le han hecho ganarse el cariño de admiradores y críticos musicales durante los últimos diez años. Frente a un telón de fondo pintado a mano y sin más que una guitarra y un micrófono, interpretó su introspectiva y melancólica música y mostró su asombrosa capacidad de asumir distintas personalidades, desde una cantante folk con un estremecedor vibrato, hasta una incendiaria baladista de jazz. El vacío auditorio coincidía perfectamente con el estado de ánimo transmitido por la música.
Esa íntima presentación en solitario reflejó el sonido desnudo y descarnado de su próximo disco, Whole New Mess (a la venta el 28 de agosto a través del sello independiente Jagjaguwar). En All Mirrors, el álbum del año pasado, aparecen versiones de nueve de sus 11 canciones. Las piezas de Whole New Mess fueron grabadas hace dos años únicamente con la voz y la guitarra. La intención de estas grabaciones preliminares de baja fidelidad era servir como demos de All Mirrors, que contó con una elaborada producción y en el que participó una banda y una sección de cuerdas de 12 miembros.
“Me encanta la versión de All Mirrors”, declaró Olsen a Newsweek. “Pero cuando toqué estas canciones en vivo y como solista, vi que tenían un significado y un sentimiento completamente distintos”.
“Siento a All Mirrors como un trabajo con muchos sintetizadores y muy gótico, y es algo que me encanta”, dice Olsen, “porque mucho del material realmente proviene de un lugar deprimente y oscuro”.
En su desnudez y crudeza, Whole New Mess es una vuelta a los primeros esfuerzos tipo “hágalo usted mismo” de la cantante, particularmente el descarnado Strange Cacti, de 2010. “Estaba tan acostumbrada a grabar cosas en forma de demo y a mantenerlas así”, dice. “Cuando grabo en mi propio estudio de grabación casero, es algo totalmente vulnerable. Si iba a hacer un disco como solista o una versión solista de estas canciones, sería algo que estuviera más en la línea de Strange Cacti, porque esa soy yo completamente en mi mundo sin que haya nadie que me diga: ‘Deberías hacer esto con tu voz’ o ‘deberías añadir una parte cantada aquí’”.
LA EXPANSIÓN DEL SONIDO
A partir del álbum Burn Your Fire for No Witness, de 2014, Olsen expandió su sonido no solo con una banda completa, sino también con diferentes estilos, como el disco de rock independiente de 2016 My Woman, o el art pop de All Mirrors.
“Me encantan las tomas de postura [de los discos de la banda] —dice—, y me encanta que las personas puedan perderse en ellos, así como en las letras de mi trabajo. Pero también es interesante hacer algo extraño y relacionarlo principalmente y en forma total con las letras y la guitarra. Tocar en una banda cambia la manera en que canto, cambia la vulnerabilidad de la presentación. En ocasiones la mejora. Siento nostalgia por la experiencia de ser vulnerable de esa forma”.
Las letras de las canciones de Whole New Mess nacieron en un periodo difícil para Olsen. Se inspiró en el fin de una relación romántica y en sus amistades. La grabación se realizó en el otoño de 2018 en una iglesia convertida en estudio del pequeño poblado de Anacortes, Washington. Fue coproducido por Olsen y el ingeniero Michael Harris, que ya había trabajado con la cantante en My Woman. “Siempre entablamos conversaciones verdaderamente profundas sobre el mundo, nuestra vida y la espiritualidad, y sobre estar en la naturaleza comparado con estar en las grandes ciudades”, dice. “Me sentía segura al explorar mi estado depresivo cuando él estaba cerca”, añade riendo.
Olsen y Harris consideraron la posibilidad de añadir capas de audio a las grabaciones en solitario, pero al final, la cantante las dejó muy cerca de sus descarnados inicios. Tras terminar las sesiones, la cantante volvió a su hogar en Asheville y comenzó a trabajar en las versiones más elaboradas que aparecen en All Mirrors. “Sabía que las canciones tenían la posibilidad de crecer y convertirse en esta enormidad”, dice Olsen. “Pero al mismo tiempo, quería tomar[les] una foto en su forma de demo, capturarla y hacer algo intencionadamente raro con ellas”.
Las interpretaciones en solitario de Olsen que aparecen en Whole New Mess destacan la introspección y el dolor de las canciones, especialmente en “Tonight (Without You)” (Esta noche [sin ti]), “Lark Song” (La canción de la alondra) e “Impasse (Workin’ for the Name)” (Punto muerto [trabajando por el nombre]). En la devastadora balada “Chance (Forever Love)” (Azar [Amor eterno]), Olsen canta: “Es difícil hablar del amor eterno/La eternidad simplemente está demasiado lejos”.
“No puedo recordar lo que me molestaba cuando escribí algunas de mis viejas canciones”, afirma Olsen. “Pero con estas canciones sí sé lo que ocurría, y se trataba de algo muy personal. No traté de hacerlo poético de una manera que no se relacionara con las cosas a las que hacía frente. Había hecho ejercicios en los que pensaba: ‘Esto se basa en algo que ocurrió, pero voy a hacer una canción sobre ello y voy a fingir que ocurrió así’. Eso no es lo que sucede en estas canciones. Por ello, es más personal”.
GRABAR ¿PARA QUÉ?
Whole New Mess contiene dos piezas que no aparecieron en All Mirrors, una de las cuales es la solemne y bluesera canción que da nombre al disco. (Olsen la tocó recientemente en The Tonight Show, de Jimmy Fallon). “Pensaba: ‘Vaya, ¿por cuántos años seguiré grabando discos?’ Y me preguntaba si nunca haré algo diferente”, señala Olsen. “A veces, vuelvo a casa después de una gira y pienso: ‘Caray, se siente tan bien estar en casa’, es un trabajo duro y la gente piensa que es fácil porque se supone que la música tiene que ser divertida. Pero en realidad, la espalda comienza a doler muchísimo”, dice, riendo.
“Me entristece mucho saber lo importante que es ser atractiva o interesante, o sexualizarme como mujer”, añade. “Me pregunto: ‘¿Por qué tendría que hacer eso si mi música es triste y trata sobre estas cosas tan serias?’ Voy de aquí para allá entre mi deseo de ser interesante y tratar de pensar: ‘¿Saben qué? En realidad, no quiero ser interesante. Solo quiero ser lo suficientemente interesante para seguir compartiendo mi música con el mundo’. La canción se relaciona más con el sistema y con saber que así ha sido. Es simplemente mi propio blues personal”.
“En cuanto a mí, todavía puedo internarme en las canciones e ir a ese lugar donde las escucho a veces”, dice. “En cuanto a las situaciones reales de mi vida, hay un cierre. Me siento mucho mejor al haber pasado por todo eso”.
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“Cuando voy a casa, no se parece en nada a mi vida en las giras”, dice sobre Asheville, lugar al que se mudó después de vivir en Chicago durante varios años. Ella es originaria de St. Louis. “Vivo en un lugar donde pienso: ‘No vengo a casa a trabajar más con la gente’. Así que es bueno para mí. Tener el equilibrio de una vida doméstica muy privada y no muy musical me ha cambiado la vida. Ahora que estoy rodeada de árboles, me siento más relajada que nunca”.
Olsen dice ignorar cuál será su próxima dirección estilística. “Para mí, es divertido experimentar y mantener las cosas frescas. Me encanta escuchar música electrónica, soul y muchas cosas distintas. Pero también me encantan las presentaciones como solista sin demasiada producción y las grabaciones austeras. Así que espero seguir haciendo ambas cosas”.
Mientras la industria de la música en vivo espera su reapertura, Olsen sigue realizando presentaciones en línea, entre ellas, la del 28 de agosto y que coincide con la fecha de lanzamiento de Whole New Mess. “He aceptado el hecho de que sin importar lo deprimente o jodido que esté el mundo, la gente necesita escuchar música y necesita tener esperanzas. Necesita hacer una pausa y bailar y oír una canción, y no tengo ningún problema al promoverlo”, dice.
¿QUÉ ESCUCHAR DE ANGEL OLSEN?
Strange Cacti
2010
El disco debut en solitario de Olsen. Grabado en su casa y publicado originalmente como casete, este EP presentó sus letras introspectivas y el suave canto que la distinguen, con un telón de fondo atmosférico y taciturno; la romántica “Some Things Cosmic” (Algunas cosas cósmicas) es una de las piezas más destacadas.
Half Way Home
2012
Este presenta un sonido más brillante con una instrumentación mínima que empuja la voz de Olsen al primer plano. Aunque un buen número de canciones son taciturnas (“Lonely Universe” [Universo solitario], “Tiniest Seed” [La semilla más pequeña]), otras tienen un sonido un poco más animado, y a veces, hasta un poco pop (“Acrobat” [Acróbata], “The Waiting” [La espera]).
Burn Your Fire for No Witness
2014
Frecuentemente considerado como su trabajo más importante, Burn Your Fire for No Witness es el primer disco que Olsen grabó propiamente con una banda. El resultado es una obra con un sonido más pleno: desde las roqueras “Forgiven/Forgotten” (Perdonado/olvidado) y “Stars” (Estrellas) hasta las reflexivas tonadas “White Fire” (Fuego blanco) y “Unf*cktheworld”.
My Woman
2016
My Woman hizo pedazos la idea de que ella no es más que una cantante folk; esta vez, también fue una roquera indie. El disco se divide en dos mitades: animadas canciones pop-rock (“Shut Up Kiss Me” [Cállate y bésame], “Never Be Mine” [Nunca seas mía]) y temas retrospectivos (“Woman” [Mujer], “Sister” [Hermana]).
All Mirrors
2019
La cantante se diversificó aún más con este suntuoso trabajo, en el que hizo un uso intensivo de los sintetizadores y de los grupos orquestales. Se trata de un disco de art pop bellamente elaborado en el que se destaca la pieza que da título al disco, además de “Lark” (Alondra), “Tonight” (Esta noche) y otras.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek