Dos ballenas beluga han regresado al mar al cabo de casi una década de cautiverio.
El pasado viernes 7 de agosto, las ballenas conocidas como Little Grey y Little White (Grisecita y Blanquita) llegaron a un nuevo santuario marino en la bahía de Klettsvik, el cual es operado por la organización no lucrativa SEA LIFE Trust y está considerado el primero en su tipo por estar destinado exclusivamente a esa especie de cetáceo.
Por lo pronto, las dos hembras de 13 años permanecerán en un área de vigilancia próxima a la bahía, donde se aclimatarán durante una semanas antes que los conservacionistas las liberen en un santuario más extenso, con un área de 32,000 metros cuadrados y una profundidad de casi 10 metros.
Lee más: Científicos descubren a belugas que “adoptan” a narval perdido en aguas de Canadá
A decir de SEA LIFE Trust, su santuario -ubicado en una pequeña ensenada natural y protegida- brinda a las ballenas un “espacio significativo” para nadar, explorar y sumergirse”.
Los animales, ambos de unos 900 kilogramos de peso y alrededor de 4 metros de largo, nacieron en aguas árticas de Rusia. Sin embargo, fueron capturadas cuando contaban entre dos o tres años y trasladadas a un centro de investigaciones de ese país.
Algún tiempo después, la pareja fue vendida al acuario Changfeng Ocean World de Shanghái, China, donde fueron entrenadas para divertir a los visitantes.
Entérate: La ballena “espía rusa” se gana la atención de noruegos; ya buscan ponerle nombre
En junio de 2019, la organización conservacionista logró que el acuario liberara las ballenas, las cuales fueron transportadas en contenedores de diseño especial para viajar alrededor de 10,000 kilómetros hasta una instalación terrestre situada en las islas Vestman, Islandia.
Por primera vez desde 2011, las dos belugas nadan nuevamente en aguas marinas y según informes de SEA LIFE Trust, sus especialistas estarán monitoreándolas hasta que finalmente puedan soltarlas en el santuario más amplio.
“Estamos encantados de compartir la noticia de que Little Grey y Little White se encuentran a salvo en el estanque marino de cuidados especiales y que, muy pronto, procederemos a liberarlas en un recinto de aguas abiertas mucho más amplio”, dijo Andy Bool, director de SEA LIFE Trust, en una declaración para los medios.
Te puede interesar: Los países que consideran la caza de ballenas como actividades esenciales durante la pandemia
“Después de una cuidadosa planificación y numerosos ensayos, la primera etapa de su regreso al mar procedió con toda la facilidad que pretendíamos. Esperamos anunciar su liberación final muy pronto”, prosiguió Bool.
Debido a que permanecieron cautivas durante tanto tiempo, las ballenas no habrían sobrevivido si las hubieran liberado directamente en el mar. Es por ello que el santuario está delimitado con redes que, no obstante, permiten el paso de animales marinos más pequeños.
A decir de Bool, Little Grey y Little White son las “embajadoras” de las 300 belugas que aún viven cautivas en todo el mundo.
“Esperamos demostrar que Little White y Little Grey medran en esta bahía. Por esa razón, estamos llevando a cabo un estudio de investigación con el que pretendemos demostrar que un ambiente natural como este ofrece grandes beneficios al bienestar de las ballenas”, agregó el director de SEA LIFE Trust para la AFP.
“Nuestra finalidad es persuadir a otros de que es muy posible que sus belugas estén mucho mejor en un ambiente distinto”, concluyó Bool.
—-
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek