En los últimos tres días se reportaron cerca de 4,400 nuevos casos de coronavirus en Arizona, con lo que suman 35,706 casos confirmados, según cifras de la Universidad Johns Hopkins.
El congresista Greg Stanton declaró este domingo en su cuenta oficial de Twitter: “Arizona es el nuevo foco nacional del COVID-19 con más de 4,400 nuevos casos apenas en las últimas 72 horas. El índice de infección per cápita en Arizona es actualmente más de tres veces mayor que el del estado de Nueva York. Se está extendiendo como el fuego”.
En las últimas 72 horas, se informó que el índice de infección per cápita (por cada 100,000 personas) en Arizona, que tiene una población de 7.3 millones de habitantes, era de 60.5, según datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins.
Nueva York informó de 2,432 nuevos casos en las últimas 72 horas, del 12 al 14 de junio. En ese estado, que tiene una población de más de 19 millones, se registró un índice de infección per cápita de 12.5 en 72 horas, de acuerdo con los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins.
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Stanton afirmó: “No tenía que haber sido así. Esta creciente crisis es el resultado directo de una mala toma de decisiones y de un liderazgo fallido. Ahora, más habitantes de Arizona están en riesgo y las economías locales enfrentan un mayor peligro a largo plazo.
“Podemos cambiar de rumbo, pero necesitamos actuar ahora”, señaló este domingo en su cuenta oficial de Twitter, donde delineó los pasos que se deben dar de aquí en adelante.
Stanton pidió el uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos en los que el distanciamiento social sea imposible, proporcionar lineamientos de reapertura a los negocios, que deberán incluir “cómo realizar pruebas de detección de síntomas para mantener seguros a los empleados y a los clientes”, señaló en Twitter.
También pidió la realización de un mayor número de pruebas virales y una entrega más rápida de los resultados, señalando que “el retraso en la entrega de resultados es un indicador del rezago y de la gravedad de la situación en Arizona”.
Stanton también señaló que el estado debe “dar prioridad urgentemente al rastreo de contactos” y “exigir la realización de pruebas semanales para los trabajadores de salud, cuidadores domiciliarios y empleados de centros de vida asistida, aun si no muestran síntomas”, señaló en Twitter.
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En una declaración emitida el jueves, representantes de los más grandes centros de atención a la salud de Arizona, que representan 80 por ciento de los servicios sanitarios que se proporciona en ese estado, señalaron: “Quisiéramos asegurarle al público que tenemos suficientes camas disponibles y que contamos con planes de emergencia para seguir sirviendo al pueblo de Arizona. Estamos bien preparados para manejar un incremento en el volumen de pacientes.
“Además, la utilización de la línea de emergencia sigue siendo una herramienta eficaz para garantizar que los pacientes se distribuyan equitativamente entre los hospitales para evitar problemas de capacidad en cualquiera de las instalaciones. Nuestros planes de emergencia también generarán capacidades adicionales para los pacientes en caso de que sean necesarias. La red de atención médica de Arizona es sólida, estable y está bien preparada”, se afirma en la declaración.
Newsweek se puso en contacto con la oficina del gobernador de Arizona Doug Ducey para pedir sus comentarios.
El recuento diario de casos en Arizona se ha mantenido en una tendencia principalmente al alza desde el 26 de mayo, un día después del Día de los Caídos.
La semana pasada, Will Humble, ex director del departamento de salud de ese estado, señaló que el incremento reciente en el número de casos en Arizona “se relaciona definitivamente” con la reapertura del estado, y menciona un repunte en el número de casos a partir del 26 de mayo.
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En declaración a Newsweek, Humble afirmó la semana pasada: “El problema aquí no es tanto si Arizona levantó la orden de permanecer en casa, sino la forma en que lo hizo. Cuando la orden terminó completamente el 15 de mayo, no fue reemplazada por nada sustantivo”.
En una conferencia de medios realizada a principios de este mes, Ducey reconoció, “Nosotros [Arizona] hemos visto últimamente un cierto aumento en el número de casos”, atribuido a la realización de un mayor número de pruebas.
No obstante, Humble señaló: “El incremento en el número de casos no se debe al aumento en el número de pruebas. Se debe al aumento en el número de casos en la comunidad”.
Según cifras publicadas en el sitio web del Departamento de Servicios de Salud de Arizona, el porcentaje de pruebas positivas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para el COVID-19 y de pruebas serológicas positivas de COVID-19 se han incrementado desde la semana que terminó el 10 de mayo hasta la semana que terminó el 7 de junio.
La orden de permanecer en casa en Arizona expiró el 15 de mayo. A algunos sitios de ese estado se les permitió reabrir antes de esa fecha, como restaurants, gimnasios, piscinas, peluquerías y salones de belleza. Algunas tiendas minoristas no esenciales también reabrieron con ciertas restricciones.
El nuevo coronavirus, surgido por primera vez en Wuhan, se ha propagado a más de 7.9 millones de personas en todo el mundo, entre ellas, más de dos millones de estadounidenses. Cerca de 434,000 han muerto tras ser infectadas, mientras que, hasta este lunes, más de 3.7 se habían recuperado de la enfermedad, de acuerdo con las cifras más recientes de la Universidad Johns Hopkins.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek