El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, declaró la covid-19 “bajo control” e indicó que podría anunciar una estrategia de desconfinamiento gradual la próxima semana, después de que el país cumpliera este domingo 8 días sin fallecimientos por el coronavirus.
Con una población de 11.2 millones, la isla registró hasta esta fecha 2,191 contagios, de los cuales ha dado de alta a 1,862, dos enfermos extranjeros “evacuados” a sus países (EEUU y Canadá) y 83 fallecidos.
Una situación que dista de otros países de la región como Panamá, con cuatro millones de habitantes, más de 16,000 infectados y 386 fallecidos.
“Llevamos una semana sin muertes, lo que va significando que la pandemia está bajo control”, dijo el sábado Díaz-Canel.
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Lamentó sin embargo que la curva descendente de nuevos casos se detuviera el 28 de mayo pasado con un repunte por contagios en una tienda, un laboratorio, una base de transporte y un barco petrolero cubano que regresó esta semana desde México con 22 de sus tripulantes contagiados.
“Esta fue una semana donde se nos incrementaron el número de casos activos y el número de casos por días, con relación a las últimas semanas que ya estábamos, como habíamos anunciado, en la cola de la epidemia en el país”, dijo en la reunión diaria del gobierno para enfrentar la pandemia.
“Debemos seguir centrándonos en cómo vamos a ir eliminando los residuales que nos puedan quedar, sobre todo los asociados a incompetencias o mal funcionamiento de alguna institución, que dé lugar a sucesos que provocan un pico en la epidemia”, alertó.
Sin embargo, precisó, la próxima semana “podemos estar informando a la población de cómo estaríamos entrando en esa etapa (de desconfinamiento) y en qué momento aproximadamente lo podríamos hacer”.
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Las autoridades cubanas, que mantienen estrictas medidas de confinamiento, con cierre de fronteras, incluso provinciales, suspensión de clases, transporte publico y actividades masivas, y uso obligatorio de mascarillas, sostienen que la apertura debe ser paulatina, con análisis de circunstancias particulares, para evitar rebrotes de la enfermedad.
Con una economía que depende básicamente del turismo internacional y del comercio exterior, Cuba se plantea la difícil tarea de estimular esas actividades sin retroceder en la pandemia.