“De que habrá una segunda oleada no hay duda, el problema es cuándo va a llegar y la intensidad que va a tener”, responde Antonio Lazcano Araujo, nombrado recientemente integrante de la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL), ante el anuncio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un segundo pico de COVID-19.
El pasado 25 de mayo, Mike Ryan, jefe de emergencias de la OMS, advirtió que un segundo pico de la primera ola de infección por COVID-19 podría ocurrir a pesar de que en algunos países los casos están decreciendo.
“Hay que ser conscientes de que el COVID-19 puede volver a impulsarse en cualquier momento”, señaló Ryan durante una conferencia de prensa. El funcionario internacional también destacó que América del Sur ha registrado un considerable aumento en el número de contagios, sobre todo en Brasil, que ya presenta más de 30,000 muertos.
SEGUNDA OLEADA PREVISTA PARA OCTUBRE
Entrevistado por Newsweek México, el doctor en ciencias Antonio Lazcano dice haber detectado tres modelos publicados por epidemiólogos en el extranjero que hacen referencia a las posibilidades de esta segunda oleada por coronavirus.
Uno de ellos, y que considera el más preocupante, se trata de un modelo que plantea que el número de personas infectadas y, por lo tanto, la proporción de síntomas severos que requieren hospitalización, será mayor que el que se tiene hasta ahora.
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“Supongamos que esto no ocurre. Aun así, el problema que vamos a tener es que, por los tiempos, esa segunda oleada puede coincidir con el problema de la epidemia cíclica de la influenza, para la que tenemos vacunas y hay medicamentos, pero se corre el riesgo de pensar mucho en la posibilidad de atención en el sistema médico de salud”, agrega.
A principios de mayo, el subsecretario de Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, también dijo que la segunda oleada por coronavirus podría contemplar un brote en el país en el mes de octubre que coincide con el inicio de la influenza estacional.
¿MÉXICO PODRÁ ADAPTARSE?
De acuerdo con Lazcano, ahora miembro de la ACAL, México tiene la capacidad de aprender e invertir tiempo en no dejar de educar a la población e intensificar las campañas de cuidado sanitario, a manera de prevención, ante una segunda oleada de coronavirus.
“Aquí la pandemia llegó con retraso después de que se presentó en China y en otros países, y salvo algunas instancias y algunos medios de comunicación y la UNAM, no hubo una campaña tan intensa que debió haberse preparado, por parte de las autoridades de salud, para ir educando a la gente sobre los riesgos que hay”, señala.
Del mismo modo, Lazcano Araujo considera que es evidente que las actividades económicas y sociales no pueden permanecer cerradas de manera extendida, pero abrir en un momento en el que el número de casos sigue creciendo y la curva de contagios y muertes por COVID-19 está lejos de estabilizarse, resulta un peligroso.
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“Es peligroso decir que ya ‘llegó el momento de abrir’. Hay que recordar que López-Gatell había dicho que el máximo se iba a alcanzar a principios de mayo y hoy la curva sigue creciendo”, menciona.
Por ello, el doctor Antonio Lazcano adelanta que la sociedad tendrá que adaptarse a prácticas elementales como “una higiene extraordinaria”.
Además, “mantener la distancia social, respetar medidas obvias como no tocarse la cara y darse cuenta de que esto va a persistir durante mucho tiempo y va a pasar largo tiempo antes de tener una vacuna, un medicamento o una combinación de medicamentos que resuelvan el problema”, sentencia.