La pandemia por coronavirus se ha extendido a 38 pueblos indígenas de Brasil y, en total, al 11 de mayo se habían contabilizado 308 casos de contagio y 77 muertes.
Los primeros días de mayo han sido extremadamente difíciles para los pueblos indígenas de ese país. “La pandemia crece cada día en todo el Brasil y nos afecta violentamente. Nos encontramos entre los grupos vulnerables para esa enfermedad.
“Es brutal la velocidad con que registramos el aumento de casos de muertes entre los pueblos indígenas, en poco más de una semana identificamos otros 49 fallecimientos de parientes. Llegamos hasta la media de cuatro muertes indígenas cada día”, alertó en un comunicado la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), la cual lleva un conteo de contagios y fallecimientos.
De acuerdo con el balance realizado, la mayoría de los casos se registraron en la Amazonía brasileña, hogar para decenas de pueblos indígenas. Muchos de ellos se encuentran sin comunicación y tampoco fueron contactados.
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Los indígenas del Parque de las Tribus, comunidad habitada por indígenas en la periferia de Manaos —la capital del estado de Amazonas—, anunciaron que despidieron a su mayor líder, el cacique Messias Kokama, quien falleció a los 53 años por COVID-19. “El velorio fue realizado con el féretro cerrado y envuelto en plástico”, se dio a conocer.
El mes de mayo es apuntado por especialistas como el periodo de mayor contaminación de la enfermedad y cerca de 81,000 indígenas de 230 regiones se encuentran amenazados por el nuevo coronavirus, mencionó la APIB.
Con 14,455 personas fallecidas por coronavirus, Brasil es el sexto país con más muertes en el mundo. Y este viernes, el ministro de la Salud, Nelson Teich, renunció a su cargo luego de menos de un mes de trabajo, argumentando “incompatibilidades” con el presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, que se ha opuesto a las medidas de confinamiento.
INVASIÓN DE TERRITORIO, ADEMÁS
En tanto, la organización Survival International informó que, en Brasil, mineros de oro y madereros están aprovechando la pandemia de COVID-19 para invadir varios territorios de tribus no contactadas, las más vulnerables del planeta.
Se explicó que, en el Valle de Javari, hogar de más pueblos indígenas no contactados que cualquier otro lugar de la Tierra, mineros de oro que utilizan una gran draga (máquina para extraer oro) han invadido la región del Río Jutaí, territorio de indígenas korubos aislados.
El territorio Ituna Itata, donde se sabe que viven indígenas aislados, está siendo invadido por foráneos. En 2019 este era el territorio indígena más deforestado.
La reserva Uru Eu Wau Wau está siendo atacada por madereros y agricultores. Se sabe que en ella viven tres grupos no contactados, y el mes pasado Ari Uru Eu Wau Wau, guardián del bosque, fue asesinado.
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Madereros ilegales están deforestando el territorio indígena Arariboia, en el noreste de la Amazonia. Esta selva es el hogar de los indígenas awás no contactados, la tribu más amenazada de la Tierra. Los Guardianes de la Amazonia vigilan las invasiones ante la inacción gubernamental.
Survival International dijo que estos y otros territorios indígenas de Brasil están siendo golpeados por partida triple.
“El gobierno del presidente Bolsonaro ha tomado medidas para debilitar drásticamente los organismos federales que antes protegían las tierras indígenas en la Amazonia”, denunciaron.
Además, alertaron que muchos de los equipos responsables de mantener a los invasores alejados de los territorios de los pueblos indígenas aislados no están operando a plena capacidad.
“Bolsonaro, con su discurso racista y sus políticas antiindígenas, está alentando una oleada de invasiones de tierras indígenas”, se puntualizó.