El gobierno de Afganistán ha iniciado este jueves el proceso de excarcelaciones de presos talibán, según fuentes oficiales, que han apuntado que cien insurgentes abandonarán la prisión a cambio de 20 miembros de las fuerzas de seguridad.
“Se ha decidido esta mañana que cien talibán sean liberados hoy a cambio de 20 miembros de las fuerzas de seguridad”, han señalado fuentes de la Presidencia citadas por la cadena de televisión afgana Tolo TV.
Los talibán habían indicado que el intercambio arrancaría esta semana, mientras los equipos de ambas partes abordaban una serie de cuestiones técnicas y logísticas.
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Tanto las autoridades como los insurgentes han confirmado que las liberaciones tendrán lugar en la base militar de Bagram, ubicada al norte de la capital, Kabul.
Los representantes de ambas partes mantuvieron el martes su primer cara a cara, un día después de la llegada a la capital de la delegación del grupo fundado por el mulá Omar.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, firmó un decreto el 11 de marzo que contemplaba la liberación de cien presos talibán cada día hasta el 24 de marzo, cuando se alcanzará la cifra de 1,500 liberados.
Acuerdo con Estados Unidos
Sin embargo, los talibán rechazaron el decreto y recalcaron que el acuerdo con Estados Unidos contempla la excarcelación de 5,000 reos antes del inicio de conversaciones, por lo que las liberaciones no tuvieron lugar.
El acuerdo firmado entre Estados Unidos y los talibán contempla que Washington “se compromete a iniciar inmediatamente los trabajos con las partes relevantes para la liberación de prisioneros políticos y combatientes como parte de una medida de creación de confianza con la coordinación y aprobación de las partes”.
“Hasta 5,000 presos del Emirato Islámico de Afganistán, no reconocido por Estados Unidos como Estado y conocido como los talibán, y hasta mil presos de la otra parte serán liberados antes del 10 de marzo de 2020, el primer día de negociaciones intraafganas”, agrega.
Por contra, la Presidencia afgana ha condicionado estas liberaciones y ha pedido a los talibán que “reduzcan la violencia” y “el asesinato de afganos”. “Se ha visto que los ataques por parte de los talibán está aumentando nuevamente”, criticó Sediqi en respuesta a las afirmaciones de los insurgentes.
Suspender los combates
Por orta parte, el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha afirmado este jueves que el grupo podría detener los combates en algunas zonas en caso de que se detecten casos de coronavirus.
Muyahid ha recurrido a su cuenta en la red social Twitter para desmentir unas informaciones publicadas por un medio internacional sobre la disposición de los talibán a declarar un alto el fuego en estas zonas.
“Si, Dios no lo quiera, hay un brote en una zona en la que la situación está bajo nuestro control, pararemos los combates en esa zona para permitir que las agencias sanitarias trabajen”, ha dicho, antes de recalcar que “eso no significa un alto el fuego”.
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El Ministerio de Sanidad afgano ha elevado este mismo jueves a 239 los casos de coronavirus. El titular de la cartera, Ferozudín Feroz, abrió el lunes un centro en Kabul en el que se podrán hacer mil pruebas diarias.
El propio Feroz alertó el 24 de marzo de que la pandemia podría afectar directamente a 16 millones de afganos y podría acabar con la vida de más de 100,000 personas en el país centroasiático.