El ministro de Exteriores en funciones de Rusia, Sergei Lavrov, ha afirmado este viernes que la existencia de informes sobre la posible presencia de cazas de Estados Unidos cerca de las fronteras de Irán fueron un factor en el derribo “por error” la semana pasada de un avión tras despegar del aeropuerto de Teherán.
“Fue un error humano, creo que todos ya entendieron que ocurrió de forma no intencional”, ha dicho, antes de destacar el “nerviosismo” que existía en el país en los momentos previos al suceso, según ha informado la agencia rusa de noticias Sputnik.
Así, ha manifestado que “los iraníes esperaban un nuevo ataque de Estados Unidos sin saber de qué tipo” y ha manifestado que, según algunos informes, habría “al menos seis F-35 en el aire justo en la frontera con Irán”.
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Sin embargo, Lavrov ha señalado que estas informaciones aún deben ser comprobadas, al tiempo que ha destacado que el suceso “requiere” que Irán pague indemnizaciones. “Creo que Irán considerará estas peticiones. Admitieron que ocurrió por error”, ha añadido.
El gobierno de Irán ha asegurado durante la jornada que ha identificado los cuerpos de la práctica totalidad de las 176 víctimas mortales del derribo del avión y ha pedido que “este trágico incidente no debe ser usado como una herramienta en servicio de ganancias y gestos políticos”.
El Boeing 737 de Ukraine International Airlines se estrelló el 8 de enero, un suceso que se saldó con la muerte de sus 176 ocupantes, pero hasta tres días después Irán no reconoció que la aeronave había sido derribada por accidente.
Creación de un tribunal especial
El presidente de Irán, Hasán Rohani, propuso el martes la creación de un “tribunal especial” para examinar el suceso, asumiendo que “no es un caso normal” y que “todo el mundo está observando” para ver cómo resuelve la República Islámica las investigaciones.
“Inmediatamente después de que fuera consciente de que se había cometido un error muy doloroso e imperdonable, ordené a los funcionarios que informara al público”, dijo, antes de recalcar que “es un incidente enormemente amargo, extremadamente difícil de aceptar para la gente”.
Así, indicó que “incluso si el aparato se hubiera estrellado por problemas técnicos, habría sido un incidente doloroso”. “Después de que se confirmara que un error humano llevó a esta tragedia, hirió aún más el sentimiento público”, sostuvo.
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Rohani resaltó además que “no sólo la persona que presionó el botón es culpable, hay otros implicados”, tal y como informó la cadena de televisión iraní Press TV. “Quiero que este asunto sea explicado de forma honesta a la gente”, zanjó.
Durante estos últimos días, las autoridades de Irán han sugerido que el incidente deriva de la creciente tensión imperante en la zona por el pulso político y militar con Estados Unidos. Washington y Teherán se cruzaron ataques en la semana previa al derribo, que ha derivado también en una reducción de las conexiones aéreas con la capital iraní.