Un grupo de científicos ha arrojado nuevas luces sobre las capacidades extremas de supervivencia de los diminutos tardígrados, que son unos de los animales con mayor resiliencia del planeta.
Un equipo de la Universidad de California en San Diego reveló las funciones de una proteína descubierta en esas criaturas, conocidas también como “osos de agua”, que les ayuda a protegerse contra condiciones extremas, según un estudio publicado en la revista eLife.
Con un minúsculo tamaño de entre 0.1 y 1 milímetro, los microscópicos tardígrados viven en una amplia variedad de entornos acuáticos de todo el mundo, incluso en el fondo del océano y el Ártico.
Debido a su increíble resistencia, se les considera como extremófilos, es decir, como organismos que se desarrollan en ambientes extremos.
De hecho, se ha documentado que los tardígrados logran sobrevivir en cualquier entorno, desde los niveles peligrosamente altos de radiación hasta las temperaturas extremadamente bajas. En distintos experimentos se ha mostrado que pueden sobrevivir a la exposición a químicos tóxicos e incluso en el espacio exterior.
En el estudio más reciente, el equipo de la Universidad de California en San Diego deseaba investigar algunos de los mecanismos biológicos que están detrás de las increíbles capacidades de supervivencia de los tardígrados.
Anteriormente, otros científicos habían identificado una proteína que se encuentra únicamente en los tardígrados, denominada Dsup (Damage suppression protein, proteína supresora del daño), conocida por proteger contra el deterioro provocado por los rayos X. Sin embargo, no estaba claro exactamente cómo la proteína protege contra esta forma de radiación.
Entérate: Cómo los osos de agua podrían ayudar a “congelar en el tiempo” a soldados lesionados
Para tratar de abordar esta brecha de conocimiento, los investigadores de la UC en San Diego utilizaron análisis bioquímicos que revelaron que la Dsup se enlaza con la cromatina, que es una sustancia compuesta de ADN y proteína que se encuentra en los cromosomas en el interior de las células.
Los científicos descubrieron que, cuando la Dsup se enlaza con la cromatina, forma una “nube protectora” que resguarda a las células contra los efectos perjudiciales de unas moléculas altamente reactivas, conocidas como radicales hidroxilo. Estas moléculas pueden producirse por la exposición a los rayos X.
“Ahora tenemos una explicación molecular de cómo la Dsup protege a las células contra la radiación de los rayos X”, señaló Kadonaga, de la UC en San Diego. “Vimos que tiene dos partes, una que se enlaza con la cromatina y el resto de ella forma una especie de nube que protege al ADN contra los radicales hidroxilo”.
Te puede interesar: Salchichas espaciales
Estos hallazgos no solo aumentan nuestra comprensión de la biología de los tardígrados, sino que también podrían ayudar a los científicos a desarrollar células animales que vivan más tiempo en condiciones extremas, señaló el equipo de la UC en San Diego.
“En teoría, parece posible diseñar versiones optimizadas de la Dsup para proteger al ADN en muchos tipos diferentes de células”, afirmó Kadonaga. “Por ello, la Dsup podría usarse en diferentes aplicaciones, como terapias celulares y equipos de diagnóstico en los que resulte beneficioso aumentar la vida de las células”.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek