Poco a poco se ha popularizado el consumo de cigarrillos electrónicos e híbridos en México, a pesar de que no hay una ley que regule su comercialización y utilización, informó la coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Guadalupe Ponciano Rodríguez, quien además advirtió sobre los daños a la salud de este tipo de dispositivos electrónicos.
“La industria tabacalera está incorporando sus nuevos productos, lo que viene muy importante son los iQOS, son cigarrillos híbridos que no están permitidos en nuestro país, no está demostrado que ayuden a dejar de fumar, y lo que sí se está demostrando en otros países es que son la puerta de entrada para los adolescentes para que tengan el fumado dual, es decir el cigarrillo electrónico con el convencional”.
Señaló que lejos de funcionar como mecanismos de apoyo para dejar de fumar, los cigarrillos electrónicos están siendo difundidos como productos de iniciación al tabaquismo convencional, principalmente en jóvenes y adolescentes, lo que eleva el riesgo de padecer enfermedades atribuibles a esta adicción.
“Hace poco se hizo un estudio en los Estados Unidos y se comprobó que este tipo de fumadores duales tienen casi cinco veces más probabilidades de sufrir un infarto al miocardio”.
Asimismo, en algunos casos el cigarrillo electrónico ha sido la puerta de consumo a otras sustancias de mayor dependencia, como el aceite de cannabis, añadió.
“También se están utilizando estos cigarrillos para inhalar aceite de cannabis, que es un líquido oleoso, es un aceite, que cuando se inhala, el aparato respiratorio no tiene mecanismos para respirar grasas y cuando se inhala este tipo de aceite las gotas pueden quedarse atrapadas en el sistema respiratorio y pueden provocar una neumonía grasa”.
La especialista mencionó que este tipo de productos están ingresando al país de forma clandestina, sobre todo los de tipo híbrido “iQOS”, que pueden encontrarse desde los 150 pesos en mercados sobre ruedas y en páginas de ventas por Internet.
“No tenemos control, muchos de estos productos se expenden en mercados sobre ruedas, sin ningún tipo de control y están siendo baratos”, mencionó.
De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) en México, el 1% de fumadores utilizan cigarrillos electrónicos, aunque el consumo de estos dispositivos ha ido en aumento, tras convertirse en una tendencia a nivel internacional.
“En la última encuesta ENCODAT ya se refleja un consumo en México, a nivel nacional, es un consumo bajo todavía, pero en cuanto a números ya se hace alto, es todavía un 1% en adultos, pero ya se ve a nivel nacional”.
Ponciano Rodríguez agregó que además de los daños a la salud de los consumidores, se han registrado casos de accidentes por el uso de estos aparatos, al no contar con las medidas de seguridad necesarias.
“Además de la toxicidad de los líquidos, tenemos que pensar en que ha habido reportes en otros países, de explosión del cigarrillo electrónico, entonces han volado falanges, han fracturado mandíbulas, y es algo terrible porque estamos en la tercer generación de cigarrillos electrónicos”, comentó.
Por lo anterior, la catedrática e investigadora de la UNAM exhortó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) a realizar las acciones necesarias para evitar que se siga propagando el consumo de los cigarrillos electrónicos en nuestro país.