Jordania y la Autoridad Palestina rechazaron firmemente el plan del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de anexionar al país el Valle del Jordán, la zona fronteriza con Jordania y que se encuentra en la Cisjordania ocupada, advirtiendo de que con ello desatará una “peligrosa escalada” que alejará la paz.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha avisado a Netanyahu de que todos los acuerdos firmados con Israel decaerán si finalmente cumple su amenaza de anexionar al país el Valle del Jordán, la zona norte del Mar Muerto o cualquier parte de los territorios palestinos ocupados en 1967.
“Tenemos derecho a defender nuestros derechos y conseguir nuestros objetivos por todos los medios disponibles, independientemente de las consecuencias, en la medida en que la decisión de Netanyahu contradice las resoluciones de Naciones Unidas y el Derecho Internacional”, ha dicho Abbas, aludiendo a posibles represalias, según informa la agencia de noticias WAFA.
Reacciones en contra
Por su parte, el primer ministro palestino, Mohamed Shtayé, ha acusado a Netanyahu de ser “el destructor jefe del proceso de paz”.
“Cualquier gesto loco que haga tendrá consecuencias negativas para él a nivel local e internacional”, ha dicho durante un encuentro en Ramala con el cónsul general español en Jerusalén.
“Palestina no forma parte de la campaña electoral de Netanyahu y si cree que anexionarse los bloques de asentamientos le dará más votos a corto plazo, entonces él e Israel serán los perdedores a largo plazo”, ha sostenido Shtayé. En este sentido, ha aprovechado para pedir a los países de la UE que aceleren el reconocimiento del Estado palestino.
Asimismo, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, ha sostenido que “lo último que necesitan palestinos e israelíes es añadir más leña al fuego”.
“Necesitamos apagar el fuego, necesitamos hacer la paz”, ha defendido, según informa el ‘Jerusalem Post’.
En la misma línea, el ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, ve en los planes israelíes “una peligrosa escalada que socava los pilares del proceso de paz”, además de un “movimiento electoral cuyo precio será el colapso de las posibilidades de resolver el conflicto (entre palestinos e israelíes) y empujará a la región hacia más violencia y crisis”.
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Desde El Cairo, los ministros de Exteriores de la Liga Árabe han condenado las ambiciones territoriales de Netanyahu. Su secretario general, Ahmed Aboul Gheit, citado por Reuters, ha incidido en que la anexión israelí del Valle del Jordán socavará cualquier posibilidad de éxito del proceso de paz.
A estas reacciones se ha sumado Arabia Saudí, que ha condenado el plan de Netanyahu y ha instado a celebrar una reunión de emergencia de la Organización para la Cooperación Islámica, según ha informado la agencia de noticias SPA.
Qatar, por su parte, ha reiterado su apoyo a una solución de dos estados para alcanzar la paz en la región.
Valle del Jordán
El Valle del Jordán abarca 2,400 kilómetros cuadrados que van desde el Mar Muerto en el sur a la ciudad israelí de Beit Shean en el norte. Representa el 30 por ciento del territorio de Cisjordania.
En esta zona viven unos 65,000 palestinos y 11,000 colonos judíos, de acuerdo con la ONG israelí B’Tselem. La principal ciudad palestina del lugar es Jericó, con unas 28 localidades y pequeñas comunidades beduinas.
Israel ocupó Cisjordania en la Guerra de los Seis Días y se ha resistido a renunciar al territorio, a pesar de que la vuelta a las fronteras anteriores a 1967 es una de las principales reivindicaciones de los palestinos para firmar la paz.
En una entrevista concedida el pasado mes de junio al ‘New York Times’, el embajador estadounidense en Israel, David Friedman, dijo que “bajo ciertas circunstancias” el Estado judío tenía “derecho a retener parte de Cisjordania, pero no toda”.