La explosión en una base de pruebas de misiles este jueves cerca de Nyonoksa, Rusia, y la opacidad de la información oficial sobre el caso han desatado sospechas sobre la gravedad del incidente en el que murieron al menos cinco personas.
Este martes, un funcionario local llamó a los habitantes de Nyonoksa a evacuar el lugar el miércoles durante dos horas en las que realizarían actividades militares, según reportes de la prensa rusa.
La agencia Interfax informó que el gobernador regional, Igor Orlov, afirmó este martes que la medida no es realmente una evacuación, sino que se trata de una “medida de rutina”. Según información del periódico Novaya Gazeta citada por CNN, funcionarios militares les dijeron a los residentes que esta evacuación no tenía relación con la explosión.
Sin embargo, hoy la agencia rusa de meteorología dijo que el nivel de radiactividad había excedido en más de 16 veces el habitual, aunque no lo consideró un peligro para la salud porque, aseguró, se redujeron rápidamente.
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El 8 de agosto de 2019, a las 12:00 locales inmediatamente después de la explosión, “seis de los ocho sensores de Severodvinsk [ubicada a unos 30 kilómetros de Nyonoksa] registraron que los niveles de radiación eran entre cuatro y dieciséis veces superiores a lo habitual”, informó Rosguidromet en un comunicado.
¿Qué se sabe?
Cinco empleados de la agencia nuclear rusa Rosatom murieron a causa de esta explosión. Según ésta, se encontraban trabajando en pruebas de “nuevas armas”, brindando asistencia de ingeniería y técnica sobre la “fuente de energía nuclear” de un motor-cohete para misiles, que estaban desarrollando.
Ante las opacas declaraciones del Kremlin, algunos expertos han señalado que el accidente probablemente está vinculado a las pruebas de un misil de crucero, que Rusia busca desarrollar-
David Cullen, director del Servicio de Información Nuclear de Gran Bretaña, dijo según The Guardian que la explosión probablemente fue causada por la falla del misil de crucero experimental de propulsión nuclear, que en Rusia se conoce como el 9M730 Burevestnik y la OTAN lo identifica como el Skyfall SSC-X-9.
El arma fue anunciada por el presidente Vladimir Putin en 2018 y se promocionó por tener un alcance ilimitado y la capacidad de penetrar las defensas de misiles estadounidenses.
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Las transmisiones de televisión en Moscú fueron interrumpidas durante casi una hora el jueves cuando se advirtió a los televidentes que se quedaran adentro porque “se espera un fuerte viento”.
“Cúbrase en un edificio. No se refugie ni estacione debajo de árboles y estructuras desvencijadas”, decía la advertencia, según el periódico RBC.
El relativo silencio y los mensajes mezclados provocaron comparaciones con la información errónea que siguió al desastre de Chernobyl en 1986.
“No soy un crítico del gobierno, pero en esta situación su comportamiento es malo”, dijo Dmitry Zhukov, residente de Severodvinsk, en la plataforma de redes sociales Vkontakte. “Tenemos un mini-Fukushima justo a nuestro lado y pretendieron que no pasó nada aterrador”, dijo, según The New York Times.
Danil Kotsyubinsky, residente de San Petersburgo ha estado presionando a los funcionarios locales para obtener información. “Incluso si no es tan peligroso como parece, merecemos saberlo”, le dijo al Times.
Además del misterio, las autoridades rusas han cerrado parte de la Bahía de Dvina en el Mar Blanco al envío durante un mes, lo que podría ser una medida para evitar que los extraños vean la recuperación de escombros de misiles, informó Al Jazeera.
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Con información de Newsweek, The New York Times, AFP y CNN