Santiago Pineda y Pablo Ferrer son los escritores de la exitosa serie Aristemo. Cuando planearon su creación platicaban lo cuesta arriba que fue para ellos salir del clóset en un entorno donde la televisión había influenciado lo que se pensaba y creía de una persona gay.
“Cuando él y yo crecimos como adolescentes era sumamente difícil encontrar representación adecuada en la televisión. Crecimos con la tele viendo estereotipos de meseros, peluqueros, siempre una imagen que era negativa, que indirecta y directamente permeó y afectó diferentes pasos de nuestra vida respecto a nuestra orientación”, dice Santiago.
Al querer dar el paso para salir del clóset se topaban con esta manera particular de concebir a las personas gays.
“Debería ser de esta manera particular, dedicarnos a ciertos oficios con ciertos movimientos, lo que sucedía en la pantalla le pasaba a la gente de nuestro alrededor”.
Santiago y Pablo conversaron sobre las heridas que dejaron estos estereotipos y estigmas sobre ellos. Santiago platica que querían ser tratados como personas, no como alguien que cuenta chistes ni tampoco en que se convertiría en peluquero.
Pero todavía podía ser peor. Santiago dice que las personas gays acababan mal en las telenovelas. Contraían VIH y no se daban cuenta hasta que ya se había convertido en sida, o bien, adquirían una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Cuestión que también permeó en ellos y les daba pánico.
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Al escribir Aristemo, platica Santiago, pensaron en estas heridas y crearon la historia que les hubiera gustado ver en su adolescencia y juventud. Desarrollaron personajes que pudieran transmitir mensajes de manera positiva y sin estereotipos, simplemente personas con sus complejidades y en las cuales la comunidad se vea representada.
Todos los días, cuenta Santiago, reciben muestras de afecto de los seguidores de Aristemo. Es claro, considera, que había una necesidad muy grande de conectar con estas historias.
Para Santiago es muy importante haber abierto puertas a otros proyectos donde tengan presencia fuerte y sean protagonistas personas de la comunidad LGBT+.
“Hemos sido puerta para otras personas y eso es increíble. Se demuestra que las personas LGBTQ+ pueden tener programa con rating, que jala gente. Esto le da valentía y fuerza a tantos fans que estaban esperando una propuesta que les permitiera identificarse, nos llena también increíblemente de orgullo”.
La población joven, dice, tiene una recepción distinta de los problemas de hoy y se había alejado de los tiempos televisivos porque los sentían distantes. No había una conexión inmediata o no se identificaban.
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El haberse logrado el acercamiento vía Aristemo habla de que existía el potencial y el interés, era cuestión de encontrar cómo acercarse, afirma Santiago.
Más que pensar que hay un cambio en la sociedad y que está dispuesta a ver programas como Aristemo, lo que piensa Santiago es que la sociedad ya estaba dispuesta a escuchar, a ver historias reales, de personas que viven el amor y el desamor.
En Aristemo, la cual saldrá al aire este 24 de junio, los personajes tienen sueños, frustraciones, miedos, se les dio una dimensión más allá de su orientación sexual. No se alecciona a nadie ni se cae en prejuicios.
Siempre y cuando el mensaje fuera adecuado, se logró dar en el centro de la diana con Aristemo.
“Estamos muy emocionados de presentar esta historia en televisión abierta. El equipo literario y los actores bajo la producción de Juan Osorio marcó un antes y un después en la televisión mexicana y estamos muy orgullosos de haberlo logrado”, asegura.