Marlen Ochoa-Uriostegui, una mujer estadounidense de 19 años que estaba embarazada, fue contactada el 23 de abril en Facebook para que acudiera a una casa donde le prometieron artículos para su bebé, pero en lugar de eso la joven fue estrangulada y luego le sacaron a su hijo, informaron autoridades y su familia.
La oficina del médico forense del condado de Cook confirmó este jueves, después de tres semanas de búsqueda, que los restos de una mujer encontrados este miércoles en una casa en Chicago, Illinois pertenecen a Marlen.
Las autoridades informaron que la causa de muerte fue por estrangulación y que tres personas fueron detenidas por homicidios, mientras que otros cargos se presentarán el jueves por la tarde, informó The Associated Press.
Ochoa-Uriostegui estaba embarazada de nueve meses cuando la vieron por última vez, y abandonó la escuela secundaria de jóvenes latinos en el vecindario de Little Village el 23 de abril.
La familia de la víctima cree que fue a la casa donde la asesinaron después de aceptar una cochecito y algunas ropas de bebé de una mujer que había conocido en Facebook.
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“Ella estaba regalando ropa, supuestamente bajo el pretexto de que a sus hijas se les había dado ropa y tenían toda esa ropa extra para el niño”, dijo Cecilia García, portavoz de la familia, de acuerdo con WLS.
La policía dijo que su bebé fue sacado del cuerpo de Ochoa-Uriostegui después de que la estrangularon.
“Creemos que fue asesinada y creemos que el bebé [fue] retirado por la fuerza después de ese asesinato”, dijo Guglielmi, informa el Chicago Tribune. Añadió que el bebé se encuentra actualmente en el hospital en estado crítico.
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El Departamento de Bomberos de Chicago confirmó que los paramédicos fueron llamados a la dirección en la calle 77 el día en que Ochoa-Uriostegui desapareció ante los informes de un bebé recién nacido en apuros. Una fuente del departamento le dijo al Tribune que el bebé era “básicamente azul” cuando llegaron los servicios de emergencia.
Las pruebas de ADN más tarde demostraron que el bebé que fue llevado al Centro Médico Advocate Christ en Oak Lawn el día en que Ochoa-Uriostegui desapareció pertenecía a la niña de 19 años.
Giovanni López, el esposo de la víctima, le dijo a Fox 32 que tiene “mucho dolor, mucha angustia, mucha tristeza” después del descubrimiento de su esposa después de semanas de frenética búsqueda.
“Ya no puedo, es doloroso perder a tu esposa, la mujer que más amas”, agregó y dijo que buscarán justicia ante las autoridades.