El “estrés hídrico” que padecen los árboles en los bosques de la Sierra Norte de Oaxaca derivado del cambio climático, ha detonado la presencia de escarabajo descortezador en la zona, alertaron científicos del Centro Interdisciplinario de Investigaciones para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR) Unidad Oaxaca.
La profesora del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en la entidad, y especialista en bosques, Elvia Durán Medina advirtió que de acuerdo con los análisis de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) los árboles están siendo afectados por plagas altamente destructivas: el escarabajo descortezador, plantas parásitas e insectos defoliadores.
El fenómeno, explicó, está relacionado con el cambio climático debido a que el arbolado al carecer de agua provoca susceptibilidad a la presencia de agentes externos, aunado a la aceleración de la reproducción de los mismos.
Para dar atención a la problemática, la estudiante de quinto semestre del doctorado en Ciencias de Conservación y Aprovechamiento de Recursos Naturales del CIIDIR, Guadalupe Pacheco Aquino realiza la investigación “Impacto de escarabajo descortezador en la producción de servicios ambientales de bosques templados en Oaxaca”.
La alumna explicó que su proyecto consiste en evaluar las afectaciones causadas por este insecto en la biodiversidad, agua y captura de carbono en la Unidad Agraria de Pueblos Mancomunados, a lo largo de la cual ha logrado comprobar la importancia de los encinos en la cobertura ambiental.
“Con la diversificación de bosques se estaría aumentado la resiliencia, porque las plagas están afectado a los pinos y las otras especies pueden ayudar a mantener la cobertura forestal y evitar que se pierdan los bosques”, indicó.
Detalló que las hembras de este escarabajo se instalan en los pinos y atraen a los machos a través de un mecanismo de feromonas, entre ambos se comen la corteza y efectúan un anillo alrededor del ejemplar.
Aunado a ello, el insecto deposita un hongo que mancha la madera y obstruye los canales donde pasan los nutrientes, por lo que enferman al árbol, de ahí que la manera de identificar la presencia del descortezador es a través de la coloración del follaje, el cual adquiere un color verde limón en un inicio hasta llegar al rojizo, indicativo de que ya está muerto.
Como mecanismo de defensa, apuntó, el árbol produce resina pero cuando se encuentra bajo estrés hídrico, carece de capacidad de producción y es incapaz de defenderse.
La profesora del doctorado sostuvo que el problema de plagas es que en México es tratado desde una perspectiva técnica de cómo incidir sobre la afectación de masas forestales, técnicas de aplicación de agentes biológicos o pesticidas, pero no hay campañas informativas y preventivas.
Apuntó que ante ello resulta fundamental entender los esfuerzos que realizan las comunidades para hacer frente al cuidado de sus bosques.
“La destrucción de una masa arbórea por plaga puede ser rápida, va desde meses hasta un par de años, pero la recuperación puede llegar a ser de hasta 60 años”.
La catedrática del Politécnico reitera que Oaxaca figura entre los 10 estados forestales de México y gran parte de sus bosques se encuentran en tenencia de la tierra social, es decir, ejidales o comunales, de ahí la importancia de capacitar a los dueños de los bosques para identificar a tiempo las plagas y tratarlas de manera adecuada.
*Diversidad
Las investigadoras coincidieron en la importancia de diversificar con especies la reforestación, ya que si bien en los bosques templados se promueve la siembra de pino, debido a su impacto económico por el costo de la madera, en la naturaleza rara vez se pueden tener bosques exclusivos de esta especie, menos aún en Oaxaca, donde hay un ecosistema biodiverso.
“La simplificación en la composición del bosque pone en alto riesgo la subsistencia del mismo, ya que de llegar un agente como el escarabajo descortezador, la totalidad de la masa arbórea se puede perder debido a que este insecto afecta a los pinos, pero si existe una diversidad, el resto de los árboles pueden sobrevivir”, apuntó.
Duran Medina resaltó la importancia de la investigación de la alumna debido a que no solo se identifica el problema, sino que se da alternativa de solución al mismo, mediante la capacitación y atención en las comunidades y con la participación de los ejidatarios, comuneros y autoridades agrarias.
En este sentido la alumna Guadalupe Pacheco agregó que el proyecto está financiado por la Fundación Rufford con sede en Reino Unido y está enfocado a proveer recursos a conservación de la naturaleza.
Frente al cambio climático, los investigadores del CIIDIR han encontrado en la diversificación de los bosques una estrategia para hacer frente a las plagas y contribuir con los bonos ambientales para el planeta.