En fechas recientes y debido al alza en los precios de la gasolina y el diésel en Coahuila, así como en otras partes del norte del país, transportistas de municipios como Saltillo y Torreón se han visto en la necesidad de aumentar los precios del viaje hasta en un 19%, lo cual no solo afecta el bolsillo de las familias coahuilenses, sino que baja la aceptación de estos transportes en la percepción de los habitantes.
Según la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2017 (ENCIG 2017), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de los más de 870 mil usuarios en el estado de transporte público del tipo autobús urbano, van, combi o microbús, únicamente el 37.2% se declara satisfecha con la forma en la que se presta el servicio de transporte.
“Estoy esperando mi camión…”
La encuesta ENCIG 2017 también muestra varias ineficiencias del transporte público en Coahuila, según la percepción de los usuarios. Según la encuesta, una de las mayores quejas de los ciudadanos que usan el transporte público es la falta de corridas disponibles para satisfacer la demanda, ya que solo el 25% de los encuestados considera que existen corridas suficientes para poder transportarse adecuadamente.
Del mismo modo, el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) en su Índice de Movilidad Urbana 2019 calificó como “bajo” el contexto urbano del transporte público en el municipio de Saltillo, ya que la demanda del transporte en la ciudad es más alta que lo que se oferta, además de que los usuarios deben tomar más camiones para poder completar su ruta.
En lo que respecta a la seguridad en el transporte público, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en su último informe de febrero de este año para el fuero común señaló que, en Coahuila, durante este 2019, se han registrado cinco casos de robo en el transporte público, dos en enero y tres en febrero, todos en transporte individual. Cabe resaltar que tres de ellos han sido con violencia.
“Carcacha, poco a poquito…”
Otro factor que genera molestia en los usuarios del transporte es el del estado de las unidades, ya que, a pesar de que el 57.2% de los usuarios encuestados considera que el transporte cuenta con espacios confortables para viajar, únicamente el 31% de ellos considera que las unidades utilizadas están en buen estado, limpias y funcionales.
De igual forma, la ENCIG 2017 también muestra que los coahuilenses no tienen una buena percepción de los operadores de transporte público, ya que únicamente el 35% de los encuestados considera que los conductores y operadores de transporte público respetan las señales de tránsito, así como únicamente el 52% opina que los transportistas son respetuosos y amables.
Aunado a esto, según el IMCO, el 36% de los encuestados indicó que se siente inseguro en el transporte público, además de que el 57% considera que está en riesgo de ser asaltado en la calle o el transporte. Esta asociación civil también indicó que el 21% de los encuestados ha dejado de usar taxi por la inseguridad.
“El dolor del micro”
El INEGI, al levantar la ENCIG 2017 y recopilar los datos, también otorgó una calificación general al transporte público de la entidad, la cual dio como resultado una calificación de 6.2 sobre diez en la satisfacción de los usuarios del transporte público, colocando al estado en el lugar número 11 en el nivel de satisfacción. El primer lugar lo ocupa Tlaxcala, con una calificación de 6.9, lo cual evidencia la falta de un transporte público de calidad en México.
Ante este panorama, el aumento a la tarifa del transporte público en Coahuila parece no verse reflejado en un sistema de transporte eficiente y de calidad, sino en una demanda de los transportistas que, desde la perspectiva de los usuarios, poco piensan en ellos.
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