El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reprochó el domingo a Occidente que no trate de “terrorista cristiano” al hombre que mató a 50 personas en dos mezquitas de Nueva Zelanda, durante un mitin en el que mostró imágenes de los hechos.
El ultraderechista acusado de los ataques del viernes, Brenton Tarrant, de 28 años y nacido en Australia, compareció ante la justicia el sábado y fue acusado de asesinato.
“Todas las organizaciones internacionales, especialmente la ONU, tratan el atentado de este individuo como [atentado] contra el Islam y los musulmanes”, dijo Erdogan en un mitin electoral en la ciudad occidental de Esmirna.
Sin embargo, “no pueden decir que es un terrorista cristiano. Pero, ¿cómo le llaman cuando es un musulmán? Hablan de terror islámico”, dijo.
https://newsweekespanol.com/2019/03/extremista-ultraderecha-acusado-matanza-nueva-zelanda/
“Hago un llamamiento a Occidente desde Esmirna. ¿Por qué no podéis decirlo?”, se preguntó.
Erdogan mostró en una pantalla gigante las imágenes borrosas de la atrocidad, grabadas por el asaltante.
Los neozelandeses rindieron homenaje el domingo a los 50 fieles muertos en el ataque a dos mezquitas de Christchurch, mientras iban aflorando más informaciones sobre la matanza.
Muchos habitantes de Christchurch salieron el domingo de sus casas para depositar flores y cartas en homenaje a las víctimas junto a los dos lugares de culto donde tuvieron lugar los ataques.
Tarrant, “fascista” autoproclamado, documentó su radicalización en un largo manifiesto de unas 70 páginas, repleto de teorías de conspiración e ideas racistas.
“Estamos con nuestros hermanos y hermanas musulmanes”, rezaba una enorme pancarta instalada sobre un mar de flores frente a una de las mezquitas.
Una ola de solidaridad recorrió todo el país, sobre todo con millones de dólares de donaciones y de compra de comida halal para las víctimas.
Fieles de la Iglesia anglicana de Christchurch rezaron el domingo en su “catedral de cartón”, construida tras el terrible terremoto de 2011.
“Hemos aprendido que en tiempos difíciles es bueno estar juntos”, dijo el sacerdote Lawrence Kimberley.