La disputa musical entre el gobierno de Maduro y su opositor Juan Guaidó inició este viernes con los conciertos organizados en cada lado del río Táchira, cerca del puente que conecta Venezuela y Colombia.
A las 10 de la mañana (hora del centro de México) inició el concierto organizado por el millonario estadounidense Richard Branson, que espera recaudar 100 millones de dólares en 60 días, que se sumarán a más de 110 millones reunidos en semanas anteriores.
El concierto Venezuela Aid Live se realiza en la ciudad colombiana de Cúcuta.
A 300 metros del escenario de Branson, y con una fuerte custodia militar, el gobierno de Maduro preparaba su concierto del que aún se sabe poco. Solo se conocen sus lemas: ‘Para la guerra, nada’ y ‘Hands off Venezuela’ (Manos fuera de Venezuela).
Del lado venezolano, obreros y soldados alistaban a contrarreloj una enorme tarima sobre la cual no se sabe quién se presentará.
Mientras que el lado colombiano participarán Carlos Vives y Juanes, el dominicano Juan Luis Guerra, los españoles Alejandro Sanz y Miguel Bosé, y los venezolanos José Luis Rodríguez (El Puma) y Nacho, entre otros.
Del lado venezolano, cunde la incertidumbre.
El gobierno chavista apenas ha confirmado que del viernes al domingo habrá espectáculo. La lista de artistas que enarbolarán el mensaje del chavismo es incierta, así como la presencia del mandatario socialista. El salsero Willie González, que tuvo su pico de fama en los 80, rechazó la invitación de Maduro para actuar.
El acto en el puente fronterizo de Tienditas arrancó con una modesta asistencia. Unas 2,500 personas se acercaron a una tarima que exhibía en pantalla el lema del recital: “Para la guerra, nada”.
En el de Ureña las figuras son venezolanas, de las cuales la más conocida es Paul Gillman.
Los productores del evento en Colombia afirman que, pese a la poca distancia entre ambos, difícilmente habrá cruce de sonidos. “No va a haber interferencia, para ello (sus equipos) tendrían que pasar el puente”, sostiene Fausto Castaño, uno de los ingenieros de sonido de la producción.
Algunos uniformados montaban gigantescos caballos y patrullaban, mientras a su lado la producción probaba las cámaras aéreas para la transmisión por televisión y el sonido. Operarios también retocaban unos paneles con la bandera venezolana que abogan por la “libertad” de la nación vecina.
El gobierno de Maduro advierte que no dejará pasar los cargamentos, por considerarlos la punta de lanza de una intervención militar que Washington no ha descartado.
El puente de Tienditas fue bloqueado por militares venezolanos con contenedores y otros obstáculos.
Maduro, que niega la crisis humanitaria, también respondió a la presión artística de la oposición y su anuncio de pasar este fin de semana la ayuda humanitaria.