Unos 10,500 “pañuelos rojos”, según las autoridades francesas, se manifestaron este domingo en París para “defender la democracia y las instituciones”, frente a la violencia en las protestas de los “chalecos amarillos” estas últimas semanas.
En la cortejo, donde se podían ver banderas francesas y algunas europeas, los manifestantes gritaban “Sí a la democracia, no a la revolución”. Algunos de ellos lucían camisetas con mensajes como “Me gusta mi república” o “Stop a la violencia”.
La afluencia es conforme a lo que esperaban los organizadores de esta “Marcha republicana de las libertades”, que aspiraban a contar con una participación mínima de 10,000 personas.
Según Laurent Soulié, de 51 años, organizador de la marcha, los “pañuelos rojos” responden a un llamado de la “mayoría silenciosa que está escondida en su casa desde hace 10 semanas”.
Hace referencia a las manifestaciones de los “chalecos amarillos” que se llevan a cabo cada sábado en todo el país, para protestar contra la política social y fiscal del gobierno, y que han desembocado en incidentes violentos y en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Según el lema de la marcha, el desfile de los “pañuelos rojos” no es ni una manifestación contra los “chalecos amarillos” ni un apoyo al presidente Emmanuel Macron, sino que defiende de una forma más amplia la República.
Marie-Line, de 62 años, enfermera de las afueras de París, asegura que “no está en contra de la idea original (de los “chalecos amarillos”) de protestar un poco”, pero ahora quiere decir “stop a la violencia verbal o física”.
El partido de Macron, La República en Marcha (LRM), mantiene un perfil bajo frente a esta iniciativa, pero unos veinte diputados y seis senadores afiliados al partido participaron en la manifestación.