De 79 personas que lograron huir del fuego en una toma clandestina del ducto Tuxpan-Tula el pasado 18 de enero en Tlahuelilpan, 56.9 por ciento ha fallecido: es decir, libraron morir calcinados en el sitio, pero perecieron tras ser hospitalizados por la gravedad de sus quemaduras.
La mañana de ayer, el secretario de Salud federal, Jorge Carlos Alcocer Varela, anunció en conferencia de prensa que había 109 defunciones, 38 hospitalizados y dos dados de alta.
Más tarde, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) emitió un comunicado en el que informó que dos personas, quienes se encontraban hospitalizadas en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), fallecieron a las 21:30 horas del jueves y a las 2:10 del viernes.
La administración de Omar Fayad Meneses indicó que el saldo preliminar, al corte de las 20:00 horas de ayer, era de 113 decesos: 68 durante la explosión y 45 mientras eran atendidos en centros médicos.
De los heridos atendidos, dos fueron dados de alta, cuatro están hospitalizados en la entidad y el resto se encuentran en el Estado de México y la capital del país.
Además, de los 68 restos humanos hallados, 16 han sido identificados; de esta última cifra, solo uno no ha sido entregado a sus familiares.
De 2016 a 2018, la entidad escaló del quinto al primer lugar en el país por el número de tomas clandestinas en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), según datos de la empresa productiva del Estado.
Además, en los primeros 20 días de este año Hidalgo lideró el ránking nacional de ordeñas detectadas, con 164 casos, entre los que se encuentra la toma clandestina que el viernes de la semana pasada explotó en Tlahuelilpan.
Durante 2018, en Hidalgo se encontraron 2 mil 121 perforaciones. Tula y Cuautepec concentraron el 43 por ciento.
DECESOS
113 fallecidos hasta las 20:00 horas de ayer, según el gobierno estatal; 68 murieron durante explosión
45 perecieron en hospitales debido a la gravedad de sus quemaduras
Redacción | Pachuca