
La explosión de un equipo eléctrico subterráneo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ubicada en la zona centro de León, dejó 11 personas lesionadas, de las cuales dos presentan quemaduras graves, así informó el director de Protección Civil Municipal, Crescencio Sánchez Abúndiz.
“El pasado sábado, minutos antes de las 4 de la tarde, empezaron a llegar reportes al 911 sobre ruidos extraños en el equipamiento de la CFE, en el cruce de Juárez y Reforma. Se activaron de inmediato los protocolos de seguridad y acudieron bomberos, policías, Protección Civil y personal de la Comisión”, explicó.
De los lesionados, algunos fueron trasladados a hospitales como la Clínica 21 del IMSS, así como del Hospital General y el Hospital Aranda de la Parra. Entre los más afectados se encuentran una mujer policía y un adulto mayor, ambos con quemaduras de consideración.
“Fue un hecho muy lamentable. Documentamos 11 personas con lesiones; dos de ellas son de consideración. Todos fueron atendidos de manera inmediata”, puntualizó el titular de Protección Civil.
Sánchez Abúndiz explicó que el incidente no se trató de un transformador convencional, sino de un derivador, un equipo que conduce energía y forma parte del sistema de distribución eléctrica subterránea.
“Seguramente hubo un sobrecalentamiento, alguna resistencia generó fuego y, después, la explosión. Este sistema funciona a base de aceite y, con la reacción violenta, lanzó líquido encendido en varias direcciones, lo que provocó las quemaduras”, detalló.
El funcionario municipal confirmó que la alcaldesa Ale Gutiérrez visitó a las personas lesionadas y que se instalará una mesa de trabajo entre autoridades municipales, la CFE y Protección Civil para analizar el estado de la infraestructura eléctrica y prevenir futuros incidentes.
“Buscaremos que estos espacios sean seguros. No podemos prescindir de este tipo de equipamiento, pero sí debemos garantizar que la población no corra riesgos”, subrayó Sánchez Abúndiz.
El servicio eléctrico en la zona se restableció en un lapso de seis a siete horas, aunque el equipo siniestrado permanece inhabilitado mientras se realizan inspecciones y reparaciones.