Un narval solitario que se alejó mucho de su hábitat ártico aparentemente ha encontrado una nueva familia en un grupo de belugas en el río San Lorenzo de Canadá, dijo el jueves un grupo de conservación marina.
El narval juvenil, identificable por su largo colmillo frontal y sus manchas grises en el cuerpo, fue filmado por biólogos marinos durante el verano boreal, nadando cerca de unas diez belugas blancas.
Sus interacciones, rodando y frotándose entre sí cerca de la superficie y mostrando sus genitales, por ejemplo, sugieren que el narval ha sido completamente aceptado por el grupo, dijo Robert Michaud, director del Grupo para Investigación y Educación sobre Mamíferos Marinos (GREMM, sin fines de lucro), en Tadoussac, Quebec.
“Ha encontrado amigos”, declaró Michaud a la AFP. “Y lo están tratando ahora como si fuera uno de los chicos”, acotó.
Los narvales viven en las aguas árticas de Canadá, Noruega, Groenlandia y Rusia, y normalmente no nadan tan al sur.
Este fue descubierto por primera vez con las belugas en 2016 y nuevamente se lo vio en 2017.
El video de este cetáceo con su nueva familia fue captado cuando los investigadores de GREMM usaron un dron en julio para obtener una mayor comprensión de la extraña dinámica del grupo.
La población de belugas del río San Lorenzo es la más meridional de la especie y se encuentra en peligro de extinción.
Si bien los hábitats de las belugas y los narvales se superponen en varias partes del Ártico, y están estrechamente relacionados, es raro ver que una especie interactúe así con la otra, según los expertos.