Mientras el hielo se derrite en la Antártida Occidental, el suelo que yace debajo se eleva rápidamente, un proceso que podría evitar el colapso catastrófico de las capas de hielo, afirman investigadores.
En un estudio publicado en la revista Science, se presenta un infrecuente rayo de esperanza para una región asediada por el cambio climático. En años recientes, varios estudios han advertido que la capa de hielo, que aporta una cuarta parte del hielo derretido en todo el mundo cada año, es vulnerable a la desintegración. Los científicos temen que incluso un ligero agotamiento podría provocar que los niveles del mar en el mundo aumenten hasta 3 metros.
Investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca deseaban averiguar cómo se comporta el lecho de roca que yace debajo de la capa de la Bahía del Mar de Amundsen mientras el hielo se derrite.
Para estudiar el terreno, el equipo analizó datos recopilados por equipo GPS de alta precisión colocado en formaciones rocosas remotas de la Antártida Occidental, el cual midió los movimientos de la Tierra a una escala milimétrica durante un periodo de 10 años.
“Después de lo que yo calificaría como un esfuerzo heroico para instalar y dar mantenimiento a la red de sensores en uno de los lugares más inaccesibles el planeta, el equipo ha sido recompensado con datos increíblemente valiosos, que cuentan una increíble historia sobre la Tierra”, escribió Valentina R. Barletta, investigadora postdoctoral de la Universidad Técnica de Dinamarca.
Al equipo le sorprendió descubrir que la estructura de la Tierra es muy distinta a lo que habían previsto, y que empuja el lecho rocoso para que se eleve más rápidamente de lo esperado.
En 2014, la superficie se elevó 41 milímetros: entre cuatro y cinco veces más rápido que lo pronosticado. En 100 años, el terreno podría ser hasta 10 veces más alto de lo que es en la actualidad.
Barletta comparó la estructura de la Tierra con un colchón de doble capa. Por encima se encuentra una capa ligera y elástica, mientras que debajo de ella se encuentra una capa gruesa de hule espuma con efecto de memoria. La rapidez con la que la Tierra responde al derretimiento de las masas de hielo depende en parte de qué tan viscosa sea la capa elástica superior. Los autores descubrieron que dicha capa es mucho menos viscosa de lo que se creía anteriormente.
Se espera que, mientras el hielo se derrite, la corteza terrestre se recupere mucho más rápidamente de lo que se preveía. A su vez, esto podría estabilizar lo que los autores describieron como “un colapso catastrófico” de la capa de hielo.
Sin embargo, Barletta declaró a Newsweek que la capa de hielo nunca se estabilizará si el calentamiento global se vuelve demasiado extremo.
Al ampliar nuestra comprensión de esta región, la investigación podría formar la base de futuros estudios sobre el interior de la estructura terrestre, añadió, y mejorar los modelos de hielo para estudiar la forma en que la retroalimentación del lecho terrestre sobre el hielo resulta efectiva.
“Si se reduce la emisión de gases de efecto invernadero, ello le dará a la capa de hielo una mejor oportunidad de sobrevivir debido a que [esto] permitiría que cierta retroalimentación conocida y desconocida genere mejores condiciones para el hielo”, señaló.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek