Los argentinos tuvieron un respiro este viernes con el cese de la caída libre de su moneda tras derrumbarse 20% en dos días y desencadenar una nueva tanda de negociaciones la semana próxima para una asistencia financiera adicional del FMI.
A media jornada, el peso se apreciaba 1,84% a 39,15 pesos por dólar. El mercado reaccionó tras un jueves negro en que el Banco Central subió a 60% las tasas de interés, que ya estaban en 45%, la más alta del mundo, y aumentó los encajes de los bancos para contener la caída del peso.
Solo el jueves, la moneda se depreció más de 13%, la mayor caída en un día este año, para cerrar en 39,87 pesos por dólar.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) manifestó el viernes su voluntad de concluir “rápidamente” nuevas conversaciones con Buenos Aires de cara a una nueva asistencia financiera en el marco de un “programa económico revisado”.
Las conversaciones con la directora del FMI Christine Lagarde se iniciarán el martes próximo en Washington, precisó el organismo.
Se esperan además para la próxima semana nuevas medidas para reducir el déficit fiscal, mientras analistas estiman que modificaciones en la integración del gabinete podrían dar aire al gobierno en el marco de la crisis cambiaria, que comenzó hace cuatro meses.
“Es una crisis de confianza con componente económico y político”, dijo el economista Mario Blejer y advirtió que “es prácticamente imposible recuperar la confianza solo con medidas económicas, tienen que encontrar consensos políticos y socios para esos consensos”.
Expresidente del Banco Central en 2002, Blejer sostuvo que la situación actual “es mucho menos grave y seria que la de 2001”, cuando Argentina entró en ‘default’ al declarar la mayor moratoria de la deuda externa de la historia.
– Argentina, vulnerable –
El presidente Mauricio Macri analiza este viernes la situación política y económica con sus colaboradores y ministros, a los que convocó a la residencia oficial de Olivos, en la periferia norte de Buenos Aires.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, viajará el lunes a Washington para “seguir avanzando en los entendimientos técnicos con el FMI para desembolsos adicionales en 2019”, anunció la noche del jueves.
Según el analista de la Deutsche Bank Jim Reid, “no está claro que esto será suficiente para estabilizar las finanzas del gobierno, mientras persisten las bajas de las reservas” del Banco Central.
Argentina acordó en junio un préstamo del FMI por 50.000 millones de dólares a tres años, de los que ya recibió 15.000 millones. Ahora aspira a que la entidad multilateral le anticipe los montos de 2019 y 2020.
El acuerdo con el FMI prevé que Argentina reduzca su déficit fiscal a 1,3% del PIB en 2019.
El gobierno analiza ahora si se inclina por un mayor ajuste de gasto público cuando se avecina un año electoral, o por volver a los impuestos a las exportaciones agrícolas, el sector que más divisas genera pero que viene de sufrir la peor sequía en 60 años.
Los impuestos al sector agrícola “no son el camino correcto, ya se probó y se mostró que lo que producen es el achicamiento (de la producción). Lo que hace falta es exportar más”, advirtió a radio Continental Daniel Pellegrini, titular de la Sociedad Rural, entidad aliada al gobierno de Macri.
Si bien el contexto internacional no ayuda a la crisis que atraviesa el país sudamericano, Argentina se muestra mucho más vulnerable que sus vecinos de la región.
En Argentina, “el dólar es la moneda de reserva por excelencia para preservar a largo plazo el valor de sus ahorros”, indicó Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la privada Universidad de Belgrano.
– Depreciación = inflación –
En el año, la moneda se depreció más de 52%, lo que impulsó el alza de precios de tarifas, combustible y productos alimenticios, entre otros, atados a la cotización del dólar.
El gobierno abandonó la previsión de 15% de inflación en el año y admite que superará el 30%. El índice ya acumuló entre enero y julio 19,6%.
Los ajustes salariales acordados por negociaciones colectivas quedaron en su mayoría por detrás de la inflación, lo que redunda en la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
“Con el tiempo, (la depreciación) se va a ir trasladando a los precios”, advirtió este viernes el titular de la Cámara de Supermercados, Fernando Aguirre.
El gobierno ha tenido además que modificar su meta de crecimiento y proyecta ahora que la economía tendrá una caída de 1% en 2018.
(Con información de AFP).