La canciller alemana Angela Merkel y el presidente ruso Vladimir Putin se reunirán el 18 de agosto para discutir conflictos internacionales y toda una gama de asuntos que afectan a las relaciones bilaterales.
La reunión del sábado, que se celebrará cerca de Berlín, se enfocará en la guerra en Siria, el conflicto en marcha en Ucrania y un ducto controversial para llevar gas ruso a Alemania, anunció el lunes Steffen Seibert, un portavoz de Merkel.
“Se puede esperar que las conversaciones se enfoquen en las relaciones bilaterales, y ciertamente en el asunto de Siria, así como en la situación al este de Ucrania y la energía”, dijo él.
Merkel y Putin se reunieron anteriormente en Sochi, Rusia, en mayo, y sus respectivos ministros del exterior, Heiko Maas y Sergei Lavrov, se reunieron en Berlín el mes pasado. El presidente del estado mayor militar de Rusia, Valery Gerasimov, también participó en las discusiones de julio.
En sus conversaciones de mayo, Putin exigió que Europa ayude a reconstruir a Siria, devastada por la guerra, y que el presidente Bashar al-Assad permanezca en el poder. Merkel presionó para que continúen las conversaciones de paz en Naciones Unidas, según reportó The Local. Ambos líderes reafirmaron su compromiso con el ducto Nord Stream 2, que llevará petróleo ruso directamente a Alemania.
Ucrania manifestó su preocupación por el proyecto, temiendo que perderá ingresos por el tránsito. El presidente estadounidense Donald Trump también criticó el ducto, argumentando que el acuerdo convertirá a Alemania en una “cautiva de Rusia”.
Cuando se trata de negociar, Merkel y Putin tienen antecedentes diametralmente diferentes. La canciller alemana es una científica con un doctorado en química cuántica. Le han descrito como alguien que se enorgullece de su capacidad para analizar racional y metódicamente las situaciones. Putin, un ex espía de la KGB, es conocido por su estilo manipulador y astuto, a menudo recurriendo a trucos para confundir a sus pares internacionales.
Volker Schlöndorff, un cineasta alemán y persona cercana a Merkel, dijo que ella era una “experta en escuchar”.
“En una conversación, ella habla el veinte por ciento, tú hablas el ochenta por ciento. Ella les da a todos la sensación de que ‘quiero oír lo que tienes que decir’, pero la verdad es que hace su juicio a los tres minutos, y a veces piensa que otros dieciocho minutos son tiempo perdido”, comentó el confidente a The New Yorker en un perfil de la canciller de 2014. “Ella es como una computadora: ‘¿Esto es posible, lo que propone este hombre?’ Ella es capaz de percatarse en muy poco tiempo si es una fantasía”.
Por el contrario, Putin ha sido acusado de usar trucos y la adulación para aplacar a sus oponentes. Numerosos analistas sugirieron que Putin aprovechó el ego de Trump en múltiples ocasiones, con miras a mejorar la posición de Rusia en Washington y también manipular al presidente de EE UU.
En una reunión de 2007 con Merkel, el líder ruso trató de usar el miedo sabido de ella a los perros para distraerla durante las negociaciones. Al permitir que su perro se acercara a Merkel, él vio, desconcertado, cómo ella se congeló del miedo.
La lideresa alemana después respondió con fuerza y críticas duras, diciendo que Putin trataba de “demostrar que es un hombre”.
“Él tiene miedo de su propia debilidad. Rusia no tiene nada, ninguna política o economía exitosa. Todo lo que tienen es esto”, comentó ella.
Cuando se reúnan el sábado, Putin entrará a las negociaciones mientras su país continúa sufriendo por las sanciones impuestas por EE UU y la UE. Miles de rusos salieron a las calles en semanas recientes para protestar contra el gobierno; algunos incluso pidieron la destitución de Putin. Los sondeos han sugerido un descontento cada vez mayor con algunas de las políticas de Moscú y con el mismísimo Putin.
Merkel entrará a la reunión desde una posición de relativa fuerza económica y política, pero también ha enfrentado tensiones en casa por su política de puertas abiertas que ha resultado en que más de 1 millón de refugiados haya entrado a Alemania en los últimos años. A principios de julio, la canciller aceptó un nuevo acuerdo migratorio que ha aliviado algunas de las tensiones.
Merkel ha tenido buenos resultados en las negociaciones con Putin en el pasado. Oriunda de la ex República Democrática Alemana, Merkel estudió ruso y ha hablado con el líder ruso en su lengua materna sobre asuntos sociales, pero los dos usan intérpretes al abordar asuntos diplomáticos, “para evitar pequeños malentendidos”.
“Ella tiene una manera de hablar con [Putin] que nadie más tiene”, mencionó uno de sus altos funcionarios a The New Yorker.
Katie Shonk, editora del boletín informativo Negotiation Briefings (informes de negociaciones) de Harvard, escribió en junio que “Merkel sigue siendo la mejor esperanza de Occidente para convencer a Putin de acabar con las agresiones de Rusia contra Ucrania, y abandonar cualesquiera pensamientos que él pudiera tener de iniciar aventuras así en otras partes”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek