El Estado de California tomó medidas contra los popotes de plástico… ¡con base en una investigación realizada por un niño de nueve años!
Esta semana, el estado de California decidió combatir un gran mal. No las heces humanas en la calle, que parecen multiplicarse a un ritmo exponencial en ciudades como San Francisco; tampoco las agujas usadas, que han comenzado a ser cada vez más frecuentes en los vecindarios residenciales de Los Ángeles, entre ellos, el mío; ni siquiera contra las personas que infectan deliberadamente a otras con el VIH, lo cual ha dejado de ser un delito.
No, los legisladores de California están tomando medidas contra los popotes de plástico.
En las últimas semanas, la Junta de Supervisores de San Francisco anunció una posible ordenanza que prohíbe a los restaurantes y minoristas entregar a sus clientes popotes, agitadores y mondadientes a partir del próximo año. A estos negocios también se les prohibiría vender productos de un solo uso para servir alimentos, así que hay que decir adiós a nuestro vaso de café helado. “Se trata de cambiar la conducta de las personas”, explicó el supervisor Ahsha Safai, con el tradicional lenguaje del “Estado niñera”.
Pero si San Francisco es el Estado niñera, Santa Bárbara es el Gran Hermano. Si alguien entrega repetidamente popotes a los clientes de esa bella ciudad, podría enfrentar multas que van desde 100 hasta 1,000 dólares, además de pasar seis meses en prisión. Así que, mientras que California está ocupada en disminuir la gravedad de los delitos para convertirlos en faltas no graves y para liberar a los criminales para que estos vuelvan a las calles, gracias a la sobrepoblación de las prisiones, es posible que tengamos una nueva línea directa que nos lleve del Starbucks a la cárcel. Asimismo, Seattle y Malibu también han adoptado esa medida.
¿Es necesaria esa prohibición de los popotes? En realidad, no. La estadística, citada con frecuencia, que indica que los estadounidenses utilizan 500 millones de popotes al día es francamente ridícula y se basa en la investigación realizada por un niño llamado Milo Cress, que actualmente tiene 17 años y que creo la campaña de “Libérate de los popotes” cuando tenía nueve años, tras realizar encuestas entre los fabricantes de popotes. En serio.
Cinco países son responsables de 60 por ciento de toda la basura plástica que se arroja al océano: China, Indonesia, Filipinas, Tailandia y Vietnam, de acuerdo con un estudio realizado por Ocean Conservancy y McKinsey. Y la gran mayoría de la basura plástica en el océano que amenaza a la vida marina no está compuesta por popotes, como señala Adam Minter de Bloomberg Opinion; aun si existieran 8,300 millones de popotes de plástico flotando en el océano, eso equivaldría a 0.03 por ciento de los 8 millones de toneladas métricas de basura plástica que flotan en altamar. Alrededor de la mitad de toda la basura oceánica que conforma la enorme Gran Mancha de Basura del Pacífico se compone de redes de pesca, las cuales, evidentemente, suelen atrapar a las criaturas marinas. Al retirar el equipo de pesca, se haría un uso mucho mejor del tiempo y de los recursos que al tomar medidas contra el envase de jugo de mi hijo.
Sin embargo, dedicar tiempo a los problemas reales no nos hace sentir mejor. Pegar calcomanías que digan “Salvemos a las ballenas” en nuestros Prius y no manifestar nuestra aprobación por los popotes sí que nos hace sentir especiales. Nos produce esa pequeña oleada de emoción al sentirnos buenos con un mínimo sacrificio real, excepto por parte de los negocios que tendrán que absorber el costo de adquirir alternativas más costosas. ¿Acaso todo esto tendrá un impacto importante en el medioambiente? ¡Por supuesto que no!
Si se criminaliza a los popotes, solo los criminales podrán tenerlos. Y yo estoy acumulando reservas en Costco, planeando mi red de contrabando. Pretendo convertirme en el Tony Montana de los utensilios de plástico. Todos debemos recordar que no hay popotes ilegales, sino solo utensilios indocumentados.
En conclusión: no importa cuántos popotes plásticos prohíban, los legisladores de California no dejarán de tener la cabeza hueca.
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Ben Shapiro es editor en jefe de The Daily Wire y anfitrión de The Ben Shapiro Show, disponible en iTunes y transmitido en todo Estados Unidos.