Así que, ¿cuál es el impacto del alcohol en una resaca? ¿Todos sufren de una cruda después de una noche de borrachera? ¿Acaso una o dos copas producen una resaca? Lee este artículo para conocer la diferencia entre los hechos científicos y los mitos sobre las crudas.
Seamos realistas: las crudas son lo peor. Sales con amigos, la pasan genial, ríen como locos y luego, la mañana siguiente, despiertas sintiendo que te mueres. Que te mueres de verdad. Te duele el cuerpo; tienes la boca reseca; te palpita la cabeza; y si es un día entre semana, es probable que te presentes a trabajar con cara de muerto. Tratas de recordar todos los remedios de los que te han hablado desde la adolescencia. Tomas agua, bebidas energéticas, incluso pides un cóctel: cualquier cosa que te ayude a reducir un poco el dolor. Pero ¿sabes qué? Es muy posible que estés empeorando tu cruda.
Por cada hecho científico sobre la cruda, hay igual cantidad de mitos -si no es que más- relacionados con la resaca. Por ejemplo, que la producción de endorfinas durante el ejercicio o el sexo reducen el impacto de la cruda. Si bien puede parecer una buena idea (y divertida, sobre todo eso del sexo), de nada servirá para curarte la mona. Otros mitos -como atiborrarte de comida grasienta o tomar un cóctel matutino- son tan comunes que muchas personas son capaces de meter la mano en el fuego por ellos (aun cuando la ciencia ha demostrado que son erróneos o hasta peligrosos).
Si bien es bastante común consumir alcohol en cantidades moderadas, mucha gente abusa de la bebida de manera regular (y probablemente, sufre de violentas crudas que, a largo plazo, podrían tener consecuencias negativas en sus cuerpos). Los Centros para Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) informan que “siete por ciento de la población estadounidense, de 18 años y más, tiene problemas de alcoholismo”. Es decir, casi 13.8 millones de estadounidenses están considerados alcohólicos. De modo que el consumo de grandes cantidades de alcohol es un problema grave en Estados Unidos y, en consecuencia, es de suma importancia que sepas cómo es que el cuerpo recibe y procesa el alcohol.
Así pues, ¿cuál es el impacto del alcohol en una resaca? ¿Todos sufren de cruda después de una noche de parranda? ¿Es posible que una o dos copas ocasionen una resaca? Sigue leyendo para descubrir la diferencia entre los hechos científicos y los mitos sobre la cruda, resaca o mona.
1. No bebas tanto. Aunque parezca evidente, esto, ciertamente, es un hecho científico. Lo mejor para curar la resaca es que, para empezar, no bebas en exceso. Lo siento, pero no puedes tapar el sol con un dedo.
En un estudio de una obviedad casi vergonzosa, los investigadores siguieron a 112 adultos jóvenes en sus vacaciones, y hallaron que 68 por ciento de los bebedores empedernidos tuvieron resacas.
2. Evita las bebidas azucaradas. Esto es otro hecho. Esas bebidas contienen grandes cantidades de congéneres, un subproducto químico tóxico que se forma durante el proceso de fermentación del alcohol. Y como su sabor es tan agradable, terminas por beber más.
Diversos estudios han demostrado que consumir alcohol con grandes cantidades de congéneres aumenta la frecuencia y la violencia de la cruda; esto podría deberse a la ralentización del metabolismo del alcohol, lo cual, a su vez, prolonga los síntomas.
3. Bebe abundante agua después de una noche de juerga. Si bien siempre es buena idea que bebas agua, no creas que así vas a curarte la resaca, porque el problema lo causan los congéneres y no, necesariamente, la deshidratación.
Dicho esto, tomar agua mientras consumes alcohol podría impedir que bebas en exceso, e incluso podría aminorar la gravedad de la cruda (pero no es un remedio y tampoco la evitará).
4. Come un desayuno abundante. Aunque consumir alimentos podría ser lo último que te pase por la cabeza luego de una noche de parranda, eso es, justamente, lo que debes hacer.
Después de una borrachera, bajan los niveles de azúcar en la sangre, así que comer algo que te ayude a mantener esos niveles podría prevenir los síntomas comunes de la cruda, como náusea, fatiga y debilidad.
Otra ventaja de un desayuno abundante es que podría reponer las vitaminas y los minerales esenciales que perdiste con el consumo excesivo de alcohol.
5. Licor antes de la cerveza, peor la resaca. Cerveza antes del licor, ni te preocupes. ¿Correcto? ¡Error! El mito de que beber cerveza antes de los licores reduce la intensidad de la cruda es una falsedad científica. ¿Por qué? ¡Porque todo es alcohol!
“Cuanto más bebas, más probable es que experimentes una cruda o te sientas mal mientras bebes”, dijo el Dr. John Brick a la revista Cosmopolitan.
6. Una buena noche de sueño te ayudará con la cruda. Esto es un hecho científico. Numerosos estudios han demostrado que las personas que no duermen adecuadamente después de beber en exceso manifiestan los peores efectos de la cruda, comparados con quienes duermen más.
Los efectos colaterales de una mona incluyen fatiga, dolor de cabeza e irritabilidad, y la falta de sueño solo empeora los síntomas.
7. Evita la resaca atiborrándote de carbohidratos, como pizzas o hamburguesas, mientras bebes. Este remedio delicioso es -más o menos- un hecho científico. Lo que ayuda a prevenir el fuerte impacto de la resaca no son los carbohidratos ni la sal, sino los niveles sanguíneos de azúcar. Mientras bebes, tus niveles sanguíneos de azúcar disminuyen, así que comer -lo que sea- para mantener el nivel de azúcar en la sangre podría prevenir una cruda particularmente espantosa.
Sin embargo, la pizza y las hamburguesas no van a proporcionarte las vitaminas ni los minerales que realmente ayudarán a tu cuerpo a sobrevivir a la mona, de manera que elige carbohidratos más saludables (si es que puedes recordar cuáles son en plena borrachera).
8. Una copa, la mañana siguiente, puede ser útil. Esto es tanto un mito como un hecho científico. La ingestión de alcohol modifica la manera como tu cuerpo procesa el metanol. El metanol se transforma en formaldehído, un disparador común de la cruda. No obstante, el consumo de otro trago impide que la formación de formaldehído y reduce el impacto de la resaca.
Ahora bien, antes que te entusiasmes con este remedio, toma en cuenta la mala noticia: hacer esto te lleva a desarrollar malos hábitos e incluso, a depender del alcohol. Así que es mejor que lo evites por completo.
Dato divertido: en los países anglosajones, tomar una bebida para curar la resaca se conoce como “el pelo del perro” (hair of the dog). Esta expresión se originó en Escocia, donde antaño se pensaba (erróneamente) que, si te mordía un perro rabioso, tenías que poner un pelo del mismo perro en tu herida para prevenir una infección. ¿Imaginas lo beodo que tendrías que estar para creer semejante mito?
9. Vomitar evitará la cruda. Esto es un mito, pues depende de cuándo vomites. Casi siempre la gente vomita mucho después de empezar a beber. Para entonces, el cuerpo ya ha comenzado a metabolizar el alcohol y, por consiguiente, llegará la resaca. La única manera como esto podría ser cierto es si vomitaras justo después de empezar a beber, cosa que resultaría súper extraña en un bar.
Ahora bien, incluso la minúscula verdad de este mito no es una buena idea, porque el vómito te deshidrata seriamente, lo cual es muy peligroso.
10. Tomar suplementos puede ayudar. En efecto, pero debes tomarlos de manera regular, y no solamente el día de la cruda. Dicho esto, las vitaminas y los minerales pueden contribuir a reducir el impacto de la resaca.
11. Beber litros de café ayuda con la resaca. No, en serio. Esto es un mito. De hecho, tomar café podría empeorar tu cruda. Esto se debe a que la cafeína estrecha los vasos sanguíneos (que ya están inflamados), lo cual causa cefaleas y aumenta la presión arterial.
Pero, algunos estudios demuestran que una cantidad pequeña de cafeína podría reducir el impacto de una resaca. Así que, en vez de ahogarte con café, quizá puedas beber té herbal negro.
12. Toma una aspirina antes de acostarte. Esto es un mito absurdo, porque cuando tu cuerpo empiece a experimentar todo el efecto de la pastilla, ya estarás dormido y la cruda se hará presente cuando despiertes.
Si pretendes tomar aspirina, hazlo por la mañana, cuando estés despierto y padezcas los síntomas de la resaca. Mejor todavía, toma un Alka-Seltzer, el cual contiene aspirina para el dolor, y también ayuda con el malestar estomacal.
13. Toma Tylenol para la cruda. No. Es otro mito, y potencialmente peligroso. El analgésico del Tylenol se llama acetaminofén y se procesa en el hígado, igual que el alcohol. Si haces esto de manera habitual, corres el riesgo de causarte daños hepáticos permanentes.
14. Antes de acostarte, toma una bebida energética o agua de coco. Bebe con confianza, esto es un hecho científico. Los electrolitos ayudarán a reponer algo de lo que perdiste mientras te emborrachabas y, potencialmente, podrían reducir el impacto de la cruda (dependiendo de cuánto hayas bebido).
15. Toma una pastilla para la cruda. No funcionan, así que no gastes el dinero. Un estudio publicado en British Journal of Medicine reveló que ofrecen pocos o ningún beneficio.
Si vas a tomar alguna pastilla para la cruda, fíjate que contenga ácido tolfenámico, el cual -según algunos estudios- ha demostrado que reduce el daño tisular ocasionado por el exceso de alcohol y, además, alivia el dolor. Aunque hay un problema: el ácido tolfenámico solo se utiliza para tratar la migraña fuera de Estados Unidos, así que tendrás que ir a Europa para conseguirlo.
16. Es importante que mantengas la tolerancia conforme envejeces. No. Lo lamento. Solo te estás poniendo viejo. La verdad no peca, aunque incomode, y nada puedes hacer para mantener tu tolerancia al alcohol con el paso de los años. Si notas que no puedes beber tanto como cuando eras más joven, nada puedes hacer al respecto, excepto beber menos (a menos que quieras seguir padeciendo de resacas espantosas).
Otro problema para los bebedores añosos es la posibilidad de una interacción medicamentosa. El alcohol puede interferir con medicamentos como ansiolíticos, antibióticos, antidepresivos, antihistamínicos, anticoagulantes y para controlar la diabetes, lo cual te ocasionará un problema mucho más serio que la cruda.
Con todo, el panorama de los bebedores mayores no es tan lóbrego. Se ha demostrado que el consumo moderado de alcohol reduce el riesgo de ciertas enfermedades y trastornos, como hipertensión, depresión, demencia, descalcificación ósea y hasta infartos cerebrales. Eso sí, recuerda que apenas una o dos copas pueden provocarte una resaca.
17. El ginseng rojo es útil. Sí, es un hecho científico. Algunos estudios demuestran que el ginseng rojo reduce los niveles sanguíneos de alcohol, lo que a su vez amortigua la intensidad de la cruda. Puedes encontrarlo en suplementos y tés.
Así mismo, el ginseng rojo es antioxidante y antiinflamatorio.
18. El sexo alivia la cruda. Si bien el sexo produce endorfinas, no aliviará los síntomas de la resaca, como el dolor de cabeza.
19. El jengibre podría ser útil para disminuir los síntomas de la mona. Algunos estudios sugieren que es verdad. Uno de ellos demuestra que la combinación de azúcar moreno con extracto de mandarina podría reducir los síntomas de la cruda.
Por suerte para ti, puedes encontrar jengibre en muchos productos, desde dulces suaves de jengibre hasta en pastillas y tés. Solo asegúrate de que sea jengibre de verdad y no, simplemente, alguna bebida azucarada con cantidades limitadas de jengibre real.
20. Las tunas son de gran ayuda. Sí, y se ha comprobado que realmente dan resultados. Un estudio demostró que la tuna disminuye los síntomas y reduce a la mitad la intensidad de la cruda.
21. El pan absorbe el alcohol, lo cual evita la cruda. No, lo siento mucho, pero el pan hace nada para “absorber” alcohol. Pero si comes un poco contribuyes a mantener tus niveles sanguíneos de azúcar, lo cual ayuda a mitigar la intensidad de la resaca.
22. Solo los atracones de alcohol ocasionan resacas. La manera más segura de sufrir una cruda es beber en exceso, aunque no es la única. Es más, apenas una o dos copas pueden ocasionar que algunas personas tengan resaca.
La constitución del cuerpo es más importante para el impacto de una cruda que la cantidad de alcohol consumida. El peso, la estatura y ciertos factores neurológicos determinan la violencia de la mona que te atacará.
Por otra parte, las mujeres tienen más grasa corporal que los hombres, de manera que absorben más alcohol que los caballeros y sus crudas son, potencialmente, más intensas.
24. El vino es mejor que la cerveza. Alcohol es alcohol, punto y aparte. Puedes emborracharte con vino, cerveza o licor, y lo pagarás con una cruda. Y aun cuando no bebas hasta embriagarte, podrías tener resaca.
Si notas que sufres de dolor de cabeza después de beber vino tinto, es probable que se deba a una intolerancia a los taninos, componentes del vino tinto.
Si el whisky te provoca jaqueca, seguramente es por la malta de los licores oscuros. Tal vez las bebidas claras -como vodka y ginebra- te produzcan dolores de cabeza menos intensos la mañana siguiente.
25. Los cócteles dietéticos ayudan a evitar la cruda. ¡Falso! Dietéticos o no, siguen siendo alcohol, y pueden provocarte una intensa resaca.
De hecho, algunos estudios han demostrado que cuantas menos calorías contenga una bebida, más acelerada será la intoxicación. Y eso podría orillarte a beber más, ocasionándote una cruda mucho peor.
En un estudio, el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte de Texas, en Fort Worth descubrió que tal vez la bebida dietética no es lo que acelera la intoxicación, sino la falta de azúcar. En entrevista con National Public Radio, el profesor Dennis Thombs, uno de los autores del estudio, afirmó lo siguiente: “No es el refresco dietético lo que acelera la intoxicación. Más bien, es el azúcar de las sodas normales lo que ralentiza la tasa de absorción del alcohol”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek