De ser el bastión panista por antonomasia, Baja California rompió su tradición política de los últimos 29 años y mudó de piel a un tono guinda.
La elección federal del pasado 1 de julio, la más grande en la historia del país, deja un saldo a favor de la coalición Juntos Haremos Historia en el estado y borró los recuerdos de 1989, cuando Ernesto Ruffo Appel se convirtió en el primer gobernador de oposición en México.
Los resultados, que desde el primer día parecían irreversibles por el margen de diferencia con su más cercano competidor, dan el gane a Andrés Manuel López Obrador, los ocho candidatos a diputados federales y la primera fórmula que ocupará dos escaños en el Senado.
Salvador Minor, Marina del Pilar Ávila, Armando Leyes, Irma Andazola, Ismael Moreno, Javier Castañeda, Érik “el Terrible” Morales, Héctor Cruz, son quienes representarán al estado en la Cámara Baja.
La Cámara Alta tendría a Jaime Bonilla y Alejandra León (quien enfrenta un proceso de expulsión en Morena, de acuerdo a su presidenta nacional Yeidckol Polevnsky, por comportamiento inapropiado durante el festejo por la victoria), como senadores por Baja California.
En esta representación de Baja California los acompañará la “mejor perdedora”, Gina Cruz, quien ocupó el primer lugar de la fórmula de la coalición Por México al Frente (PAN-PRD-MC).
Sin embargo, más de 356 mil votos la separan de la fórmula ganadora.
Si a nivel nacional, el golpe para los partidos “de siempre” ha sido contundente, en el caso de Baja California, hay un knock-out de ambas fuerzas políticas, especialmente para los albiazules, por la presencia de una “nueva carta” que antes no figuraba como opción.
“La fuerza del PAN se fue erosionando en Baja California pero como no había una opción fuerte que no fuera el PRI, el enojo o insatisfacción que había con el PAN se estaba yendo con el PRI y viceversa; estaban atorados desde hace años en un ir y venir, sin presencia de una tercera fuerza”, dice Edwin Ackerman, académico del Departamento de Sociología en Syracuse University.
La desaprobación de los gobiernos locales de Francisco Vega y Juan Manuel Gastélum en el caso de Tijuana, aunado al bajo nivel de aceptación de la administración de Enrique Peña Nieto, fueron la tormenta perfecta para que la coalición que lidera Morena, un partido que de acuerdo a Ackerman, “creció de la noche a la mañana”, obtuviera mayor preferencia.
Es por ello que más que un cambio de identidad política, lo que sucedió en las urnas bajacalifornianas pudo tratarse de un voto de castigo.
“Algo irónico es que tanto el PAN como el PRI estuvieron llamando al voto útil, pero fue en contra, el que lo obtuvo fue AMLO; no necesariamente fue el avance de la izquierda local”, señala Edwin Ackerman.
¿Cómo cambian estos resultados, el proceso electoral del 2019, donde se renovarán gubernatura, Congreso Local y las cinco presidencias municipales?
Tonatiuh Guillén, investigador y ex presidente del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), opina que el comportamiento de los electores en Baja California es peculiar.
Aunque la entidad está por cumplir 30 años de gubernaturas panistas, Guillén dice que los ciudadanos no dan su voto por lealtad a un partido, sino que tienden a inclinarse por las figuras políticas que demuestran constancia y liderazgo, como fue el caso de López Obrador.
Opina que por esta razón, los ciudadanos de Baja California escogieron apoyar de forma mayoritaria a Morena en las elecciones federales recientes.
“Hay una relación no comprometida con los partidos políticos”, dice Guillén, sobre el hecho de que esta entidad, tradicionalmente conservadora, optara por una opción de izquierda.
Rodrigo Martínez, consejero del Instituto Estatal Electoral de Baja California (IEEBC), coincide en que los resultados de estos comicios, son atribuibles enteramente a López Obrador y no a un partido.
“Este candidato pidió pública y reiteradamente que votaran parejo por todos los candidatos de Morena. Finalmente la credibilidad que tiene Andrés Manuel fue lo que hizo que la gente saliera a votar de esa manera”, dice Martínez.
Además, están las condiciones de inseguridad, corrupción e impunidad, que detonaron rechazo hacia los representantes de los partidos que ya han ocupado el poder.
Pero especialistas consultados por Newsweek en Español Baja California no creen que el escenario se repita el próximo año, cuando se vote para escoger al próximo congreso local, las alcaldías y a un nuevo gobernador.
“Si tú revisas la historia electoral de estas últimas décadas, en el 88 el Frente Democrático Nacional con Cuauhtémoc Cárdenas ganó la elección federal en Baja California. Era un movimiento de izquierda, y a los meses siguientes ganó el PAN [en la estatal]”, dice Guillén.
En 1989, Ernesto Ruffo Appel consiguió la victoria como candidato a gobernador de Baja California con Acción Nacional, lo cual significó la primera gubernatura de alternancia en todo el país.
Pensando en eso, Tonatiuh Guillén opina que sería un error, tanto para Morena como para otros partidos, pensar que el partido de izquierda aseguró con este triunfo otras victorias para el futuro cercano.
Por otro lado, el PAN y los partidos derrotados tienen poco tiempo para reestructurarse, si quieren recuperar terreno político en el estado.
Cecilia Farfán, investigadora postdoctoral del Centro de Estudios México-Estados Unidos de UCSD, señala que antes de pensar en recuperar gubernaturas, en el caso de Acción Nacional primero tendrán que hacer ajustes al interior de su estructura.
Además de tener “un momento de reflexión seria sobre su identidad y a quién buscan representar”.
“Las elecciones se realizarán en junio de 2019, a unos meses del inicio de la presidencia de AMLO por lo que es difícil imaginar un escenario donde el ímpetu con el que llega a la presidencia no se comparta en la elección”, añade la investigadora de la Universidad de California en San Diego.
Por eso los primeros meses de la administración federal lopezobradorista será decisivos.
Rodrigo Martínez opina que la bancada nacional de Morena, tiene compromisos con el norte que van a afianzar o destruir su credibilidad en los siguientes comicios.
“El candidato triunfante hizo una serie de promesas que necesariamente van a tener que cumplir. Entre ellas la de la gasolina, y lo del IVA”, dice Martínez, refiriéndose a homologar el precio de ese combustible en ciudades fronterizas, respecto a Estados Unidos, así como a disminuir el Impuesto al Valor Agregado, del 16% al 8%.
“Me parece mucho, pero es una promesa que hicieron y si no logran concretarla van a tener que justificar por qué no”, agrega.
Precisamente eso, el revertir la reforma fiscal del 2013 que homologó el IVA al 16% en la frontera, fue un compromiso que los legisladores de Acción Nacional promovieron en su campaña del 2015, y que no consiguieron durante su gestión.
“Ahora, el beneficio de la duda a esta tercera opción existe y va a durar un rato; si no hay resultados, ese periodo de luna de miel también se va a erosionar”, sostiene Edwin Ackerman, sociólogo.
Otro desafío para Regeneración Nacional, ya con López Obrador como presidente, será encontrar a otro personaje morenista que sea capaz de convencer y movilizar a la gente, de acuerdo a Guillén.
Sobre todo en esta región, donde el académico de El Colef no ve un liderazgo claro por parte de ninguno de los partidos.
“No tenemos a López Obrador local. Eso no existe”, asegura.
Y con ello, apunta que se abren otras puertas.
Por ejemplo, el de las candidaturas independientes.
El panorama le parece especialmente favorable para los ciudadanos que aspiren a ocupar un cargo de elección popular por la vía independiente, dado el rechazo que acompaña al actual gobierno panista, consecuencia de escándalos y señalamientos de corrupción.
“El año antepasado, en Ensenada, hubo un joven que estuvo a punto de ganarle él solo al PAN y al PRI en la elección municipal”, recuerda Guillén.
Piensa que algo similar podría pasar en 2019, sobre todo ahora que quedó demostrado que no es necesario contar con una afiliación numerosa y operadores para vencer a los partidos tradicionales.
“Morena no tiene una organización fuerte en Baja California, y obtuvieron una votación abrumadora. Esto, a su vez, no le garantiza nada a Morena en el futuro”, agrega.
Pero demuestra, para él, que en un futuro cercano podremos ver a candidatos independientes surgir y dar batalla con el mismo empuje que vimos en López Obrador este 2018 en la región.