Hace cinco años el PAN celebraba su quinto triunfo consecutivo en la elección de gobernador de
Baja California, y hace dos seguía de fiesta por conquistar la mayoría del Congreso local y
recuperar la alcaldía de Tijuana.
Pero las cosas cambian rápido, y para 2019 que cumplirá 30 años de continuidad en el gobierno
estatal, parece estar en la antesala de una derrota histórica.
Luis Carlos López Ulloa, catedrático en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC),
cree que esto se debe en parte a la desgastada imagen de los actuales gobiernos estatal y
municipal.
La violencia en las calles, las sospechas de corrupción y temas tan complejos como la distribución
del agua en el estado alimentan la impresión de malos gobiernos.
“Si esta percepción continúa el año que entra, hay una alta probabilidad de que el PAN no solo
pierda, sino sea arrasado”, dice.
Aun así piensa que el Partido Acción Nacional (PAN), es el único que puede “medianamente
competir” contra el encumbrado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Afirma que el partido del presidente electo Andrés Manuel López Obrador parece tener ventaja
por la votación que le dio el triunfo, pero no será sencillo.
Para Luis Carlos, PAN y Morena dependen de la selección de buenos candidatos, aunque con una
diferencia, Morena enfrenta un súbito interés de muchos, incluso de otros partidos, por
convertirse en sus abanderados.
Poco importa que la gubernatura en juego no sea por seis años sino por dos, igual que los cinco
ayuntamientos y la siguiente legislatura que normalmente son de tres años.
Esto fue aprobado por los anteriores diputados para empatar elecciones federales y locales en
2021, aunque existe una propuesta de último momento.
Una de las escisiones del dividido ‘Colegio de abogados Emilio Rabasa’ presentó una iniciativa para
extender la gubernatura a cinco años 10 meses y así empatar elecciones federales y locales hasta
2024.
La discusión legislativa parece concentrarse en si el cambio es legal porque el proceso electoral ya
está en curso, sin olvidar que el PAN tiene al menos 13 de los 25 votos en el Congreso.
“No se trata de convencer a ningún partido, creo que más bien tenemos que convencer a los
ciudadanos”, afirma Víctor Morán que acompañó al Colegio a entregar la iniciativa y es uno de los
dos diputados de Morena en el estado.
Mientras tanto en Acción Nacional, quizás para reducir la presión del 2019, el dirigente estatal
José Luis Ovando Patrón dice que aunque sean dos años la expectativa está más en lo que hará
Morena.
“Corren un gran riesgo de empacharse, de que les gane la soberbia. Pero ellos atenderán su ruta,
su tarea, son actores importantes. En este momento será un partido fuerte que aspirará con
seriedad por la gubernatura, y nosotros haremos nuestra parte para vencerlos”, apunta.
Y a pesar del entorno responde que el riesgo de perder la gubernatura existe desde 1989 que la
ganaron por primera vez.
Esa postura frente a la amenaza de derrota no resulta extraña para Luis Carlos que hoy analiza
procesos electorales en el estado y hace años intentó militar en ese partido.
Explica que ahora Acción Nacional no representa un cambio como hace casi 30 años frente la
hegemonía del PRI y una ciudadanía harta del abuso de poder.
“El señor Xicoténcatl Leyva Mortera, que fue el priísta electo en las urnas para gobernador de Baja
California, salió por la puerta de atrás”, recuerda.
Ahora Leyva Mortera está muy cerca de Morena y de otro ex priísta, el senador por Morena Jaime
Bonilla Valdez, el hombre con mayor poder político en el estado actualmente.
López Ulloa asegura que es una de las consecuencias de que el PAN haya dejado de contar su
historia para ser valorado entre los votantes, jóvenes sobre todo.
“Aquí pareciera que se está construyendo una nueva fuerza política, una nueva hegemonía, con
todo el respeto que me merecen, con los desechos del viejo sistema del PRIANPRD”, subraya.
A lo mejor por eso ante el desgaste del blanquiazul, Ovando Patrón apuesta al desencanto de
quienes votaron por Morena sin ser morenistas.
Dice que esto inició en el proceso de transición, y el profesor Luis Carlos añade que los errores del
gobierno federal entre diciembre y junio influirán para la definición del voto.
Por el contrario, las promesas de reducir en la frontera norte el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y
el Impuesto Sobre la Renta (ISR), serán un impulso si el nuevo gobierno cumple.
La dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, tiene clara esta ventaja y descarta perder
votos porque López Obrador “no se equivoca”, así que van por todas las posiciones.
“Venimos a trabajar para ganar la gubernatura, por supuesto. No nos importaría que fueran seis
meses o una semana”, afirma.
Sin embargo asegura que respaldarán la propuesta para ampliar el periodo de gobierno como
proponen los abogados.
Polevnsky Gurwitz estuvo en Tijuana para presentar al ex gobernador de Michoacán, Leonel
Godoy, como delegado nacional del partido para enfrentar el proceso electoral y elegir candidatos.
Siguiendo los estatutos del partido, afirma él, las vías son “la candidatura de unidad” (antes
llamada imposición), y la encuesta interna. “Si no hay acuerdo, hay encuesta”, señala.
Con esas herramientas el partido tiene que dejar satisfechos a todos los interesados en una
candidatura para no generar rupturas internas.
Además las posiciones disponibles podrían reducirse si hay alianzas con otros partidos, porque la
dirigente nacional y el nuevo delegado no lo descartaron.
Encima de esto, el método de la encuesta no tiene los mejores antecedentes. Lo vivieron en 2016
los militantes de Morena Baja California y generó desacuerdos en lo que era su primera elección.
José Ángel Peñaflor Barrón, uno de los fundadores del partido en el estado parecía el candidato
para la alcaldía de Tijuana, pero la encuesta no lo favoreció y hubo fuertes protestas.
El elegido fue Ismael Burgueño que obtuvo 48 mil 651 votos (11.9% de los sufragios emitidos),
para quedar en cuarto lugar.
En esa elección el PAN recuperó Tijuana con Juan Manuel Gastélum Buenrostro después de dos
trienios continuos de gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Claro que el PAN celebró la victoria, aunque la diferencia con el segundo lugar, el polémico militar
en retiro Julián Leyzaola Pérez, fue apenas del 1%.
El abanderado del Partido Encuentro Social (PESS), logró 91 mil 228 votos, apenas 4 mil 121
menos que Gastélum Buenrostro en una jornada con 407 mil 357 electores.
Por eso el también ex secretario de seguridad pública de Tijuana es considerado por partidos y
ciudadanos como un serio aspirante a la alcaldía pese a sus antecedentes por violaciones a
derechos humanos.
“Particularmente no estoy de acuerdo, pero hay gente que conozco que dice que a la ciudad le
hace falta mano dura”, menciona Luis Carlos.
Pero el abogado Peñaflor no cree que esta vez las cosas favorezcan a Leyzaola Pérez porque confía
en el empuje que recibirán si el nuevo gobierno federal entrega los apoyos sociales prometidos.
De la misma forma sabe que no tiene la candidatura asegurada porque la puerta está abierta para
cualquiera.
“Creo que debemos mejorar el partido en todos los sentidos, y uno de ellos es saber escoger a la
gente que viene con buenas intenciones”, comenta.
Pero los personajes que ya están dentro y cargan con malos antecedentes, responde, son
producto de lo que no se hizo y solo queda trabajar con ellos.
“Son aliados que construyeron también a Morena. Le digo a la gente de Morena que finalmente
esa es la izquierda que hemos construido, la izquierda que nos merecemos”, apunta.
Y sin importar que apenas es tomado en cuenta, el PRI también se prepara con una extraña
ventaja; la derrota no es novedad para ellos en Baja California.
En estos 29 años ganaron y perdieron alcaldías y curules en el Congreso en una alternancia
bipartidista con Acción Nacional.
En 2007 y 2013 sus alianzas partidistas quedaron en segundo lugar buscando la gubernatura.
Primero perdieron por casi 54 mil votos y después acortaron la brecha cayendo por casi 25 mil.
“No todo está perdido en nuestro partido”, asegura su dirigente estatal, David Ruvalcaba Flores
que igual espera el desgaste de Morena por lo ambicioso de sus promesas.
Incluso desde su posición tiene otra lectura, la de un posible acuerdo entre López Obrador y el
gobernador Francisco Vega para garantizar la tranquilidad del gobierno saliente.
“Yo estimo que no va a quedar impune. Hay temas que deben seguirse por naturaleza. Hay temas
que el gobierno del estado ha manejado con opacidad”, dice.
Lo único firme ahora es que no hay nada seguro para nadie, y por la historia todos los actores
coinciden en que el voto de los bajacalifornianos es impredecible.
Y otra de las dudas es cuánto se sostendrá la atracción que tuvo Morena el pasado primero de
julio en Baja California, donde AMLO consiguió más de 918 mil votos para la presidencia.