Un político japonés ha sido acusado de sexismo tras insinuar que las mujeres solteras sin hijos son una carga para el estado.
Hablando en una reunión con otros legisladores, Kanji Kato dijo que siempre alentaba a las mujeres a contraer matrimonio y a tener varios hijos por el bien del país, informó el diario The Japan Times.
El político, de 72 años, es miembro del Partido Liberal Demócrata del Primer Ministro Shinzo Abe. Afirmó que, cuando se le pide que pronuncie un discurso en las bodas, anima a las parejas a tener “al menos tres hijos”.
Kato, que tiene seis hijos y ocho nietos, también insinuó que las mujeres solteras no pueden tener hijos, y que permanecer así sería irresponsable. “Les digo que si no se casan, no podrán tener hijos y terminarán en una casa de asistencia pagada con los impuestos de los hijos de otras personas”, dijo a sus colegas.
Inicialmente, Kato se rehusó a retractarse de sus comentarios, pero más tarde, su oficina publicó una declaración en la que decía que el comentario “no tenía la intención de faltar al respeto a las mujeres”, además de pedir disculpas por hacer un comentario que podía ser malinterpretado.
Pie de foto:
Una niña japonesa en los hombros de su padre durante un festival en Tokio, Japón, el 22 de mayo de 2005. El índice de natalidad de ese país se ha mantenido obstinadamente bajo, al tiempo que la población nacional envejece. KOICHI KAMOSHIDA/GETTY IMAGES
Si bien sus comentarios fueron juzgados con severidad, el veterano político se refirió a una problemática tendencia a la baja en los índices de nacimientos en Japón. Hasta el 1 de abril, había 15.5 millones de niños de menos de 15 años en el país, una reducción de 170,000 con respecto al año anterior, en lo que constituye el 37º año consecutivo de disminución. Apenas 12.3 por ciento de la población de Japón tiene menos de 15 años, un índice que ha venido reduciéndose durante 44 años consecutivos. Tokio es única región del país en la que el número de niños va en aumento.
El año pasado, nacieron 941,000 niños en Japón, la cantidad más baja desde el primer registro, el cual data de 1899. El índice de natalidad del país aumentó mientras Japón se recuperaba de las terribles pérdidas humanas ocurridas durante la Segunda Guerra Mundial, alcanzando un máximo de alrededor de 2.7 millones en 1949, antes de iniciar una prolongada caída.
En un conjunto de 32 países con una población de 40 millones de personas o más, Japón se encuentra en último lugar con respecto al porcentaje de niños en la población general. El bajo índice de natalidad genera una pirámide poblacional que es más pesada en la cima, y las futuras generaciones enfrentan una enorme carga para apoyar a la envejecida población de su país. El gobierno ha prometido aumentar el apoyo a la atención y la educación de los niños, con el objetivo de que sea más fácil criar a los hijos. Abe se ha fijado el objetivo de lograr un índice total de fertilidad de 1.8 para 2025.
A los jóvenes de Japón se les ha acusado de no tener suficiente sexo, mientras que a las mujeres se les ha criticado supuestamente por dar prioridad a su carrera profesional por encima de tener hijos. En realidad, hombres y mujeres luchan por obtener empleos estables y bien pagados que les den suficiente tiempo para tener una familia.
Japón también enfrenta un índice de matrimonios cada vez menor. El número de nuevas uniones en 2017 fue de 607,000, el número más bajo desde la Segunda Guerra Mundial, y constituye una reducción de 14,000 con respecto a 2016.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek