El gobierno argentino buscó la ayuda financiera del Fondo Monetario Internacional (FMI) para enfrentar la severa turbulencia de sus mercados, 17 años después de haber caído en cesación de pagos. La depreciación del peso en el último mes ha sido de más de 10 por ciento.
En enero de 2006, Argentina había saldado su último crédito con el FMI, por 9,600 millones de dólares. Argentina sufrió en 2001 una crisis económica que provocó la caída de cuatro presidentes en una semana y llevó al país al default.
Escalada imparable
El dólar inició una escalada imparable en el mercado financiero argentino desde la semana pasada, a pesar de la desesperada intervención del Banco Central, que elevó la tasa básica de interés de referencia a nada menos 40 por ciento, la más elevada del mundo.
El lunes, el dólar parecía haber contenido el ímpetu pero la continuidad de la tendencia convenció al gobierno que la carta que restaba por jugar era el pedido de auxilio al FMI.
Además de la depreciación de la moneda, Argentina lucha con una inflación de más de un dígito (24.8 por ciento en 2017), y con el déficit fiscal cuya meta rebajó de 3.2 a 2.7 por ciento del PIB la semana pasada.
El único camino
El presidente Mauricio Macri anunció que la busca de ayuda es “el único camino posible para salir del estancamiento, buscando evitar una gran crisis económica que nos haría retroceder y dañaría a todos”, añadió.
Macri señaló que ya tuvo una primera conversación con la directora del FMI, Christine Lagarde, pero no especificó cuál será el monto del crédito que solicita Argentina, tercera economía de América Latina.
“Se han iniciado discusiones sobre cómo podemos trabajar juntos para fortalecer la economía argentina y llevaremos estas conversaciones a cabo en breve”, informó Lagarde.
Contexto internacional desfavorable
Macri explicó su decisión al referir que “durante los dos primeros años (de gobierno) hemos contado con un contexto mundial muy favorable, pero eso hoy está cambiando. Somos de los países del mundo que más dependemos del financiamiento externo, producto del enorme gasto público que heredamos y que estamos ordenando”.
Al asumir en diciembre de 2015, Macri permitió la flotación de la moneda, al eliminar el control de cambio que rigió durante el gobierno de Cristina Kirchner (2007-2015).
Pero la revaluación del dólar en los últimos días afectó al peso argentino más que a otras monedas.
¿Cómo ayudaría el FMI?
Según Macri, el financiamiento del FMI permitirá fortalecer su “programa de crecimiento y desarrollo, dándonos un mayor respaldo para enfrentar este nuevo escenario global y evitar crisis como las que hemos tenido en nuestra historia”.
La moneda argentina, que a la apertura de los mercados este martes se depreció 4.61 por ciento a 23.41 pesos por dólar, se revaluó ligeramente tras el discurso de Macri, a 23.06. También la bolsa frenó su caída.
Shock devaluatorio
“Si intentan dejar una tasa de 40 por ciento a lo largo del año habrá un shock devaluatorio e inflacionario”, según un economista de la City, Juan Carlos de Pablo, Macri ratificó la meta de inflación anual de 15 por ciento, pero la encuesta de expectativas del Banco Central (BCRA) arrojó un 22 por ciento.
Argentina es, después de Venezuela, el único país de América Latina con una inflación de más de un dígito. La consultora Ecolatina recalculó la inflación de 2018 en 24 por ciento por traslado a precios del alza en la cotización.
“Hay serios desequilibrios económicos que podrían erosionar la popularidad de Macri a medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2019”, dijo el lunes un informe de S&P Global.
(Con información de AFP)