El presidente de Perú renunció, y con ello, el gobierno se enfrenta a una de las peores crisis de las últimas décadas. Aunque la decisión de Pedro Pablo Kuczynski hubiera sido la de quedarse en el cargo, los videos que detonaron la ola de escándalos que lo llevaron a la dimisión contribuyeron a cambiar la opinión de algunos congresistas indecisos, que se disponían a votar su dimisión este jueves.
Un centenar de diputados, según la prensa local, ya estaba dispuesta a apoyar el nuevo proceso de destitución, 13 más de los necesarios. Esta posición también fue respaldada por los peruanos, ya que según un sondeo de la firma Ipsos el 58 por ciento de ellos dijo que Kuczynski debería ser destituido, contra un 37 por ciento que estimaba que debería seguir hasta 2021.
La carta de renuncia Kuczynski ya fue recibida por el Congreso, que convocó a los congresistas a un pleno para aprobar la renuncia del mandatario y, en ese mismo momento, nombrar al nuevo jefe de Estado, explicó a Gestion.pe el abogado constitucionalista del Colegio de Abogados de Lima, Gustavo Gutiérrez.
La salida de Kuczynski genera incertidumbre en el país que será anfitrión en abril de la Cumbre de las Américas, a la que asistirá el mandatario estadounidense Donald Trump y una treintena de gobernantes más. En Perú existen tres situaciones en las que un presidente deja el cargo: cuando muere, cuando es destituido por incapacidad moral o física y cuando renuncia. Ante ello, el gobierno peruano deberá tomar una decisión basada en dos escenarios políticos.
El mando del vicepresidente
La Constitución de la República peruana en su artículo 119 establece que ante la ausencia del presidente, quien asumirá el cargo es el primer vicepresidente. En este caso, Martín Vizcarra, el también actual embajador de Perú.
En el caso de que Vizcarra acepte el cargo, debe completar el actual periodo de gobierno, que culmina en julio de 2021. De lo contrario, la segunda vicepresidenta, Mercedes Aráoz, tomaría el cargo.
Si ninguno acepta ser presidente, se instala un gobierno transitorio y llegaría a la casa de Gobierno el presidente del Congreso, el fujimorista Luis Galarreta, publicó la AFP.
Éste tendría que convocar nuevas elecciones, escenario que ningún partido desea en momentos de desprestigio de los políticos por los escándalos de Odebrecht.
Elecciones adelantadas
La convocatoria a nuevas elecciones, en un escenario en donde Vizcarra y Aráoz declinaran la responsabilidad, implica que el Congreso deberá determinar si los comicios serán solo presidenciales o también una renovación del legislativo.
Las primeras conclusiones de abogados y especialistas, emitidas en la prensa local, apuntan a que se deben considerar ambas opciones, ya que los periodos presidenciales y los del Congreso deben tener la misma duración.
De acuerdo con la Constitución peruana, el Congreso se rige al mismo tiempo que el presidente de la República. Lo que implica, que en caso de haber nuevas elecciones presidenciales lo mismo ocurriría con el parlamento.
Lo mismo ocurriría con el gabinete, ya que es el presidente quien decide quien es el “premier” ––presidente del Consejo de Ministros del Perú–– y con él se nombran a los ministros.