Un grupo de casi 600 personas fueron sometidas a condiciones equivalentes a la esclavitud en tres haciendas de una secta religiosa brasileña, informaron fuentes oficiales.
Una investigación desarrollada por el Ministerio del Trabajo de Brasil llevó al hallazgo de 565 trabajadores en condiciones de trabajo análogo al de esclavo, 438 sin contrato formal y 32 menores ejerciendo actividades prohibidas, quienes prestaban servicios para una secta conocida como “Comunidad Evangélica Jesús, la Verdad que Marca”, informó este jueves la dependencia en un comunicado.
? As vítimas estavam trabalhando em nove fazendas de produção hortigranjeira do grupo e em cafés, restaurantes, casas comunitárias e um posto de gasolina. Os autos de infração também mencionam o crime de tráfico de pessoas. ☹ Fique por dentro ? https://t.co/gFL2rKDeTe. pic.twitter.com/9H65nPzlI8
— MinistérioDoTrabalho (@trabalho) 16 de marzo de 2018
La operación, bautizada como “Canaán – La cosecha final”, encontró el uso de mano de obra esclava en los estados de Minas Gerais, Bahía y Sao Paulo, donde las personas trabajaban en granjas de cultivo, gasolineras, restaurantes, talleres mecánicos y cafés del grupo religioso.
Los dirigentes de la secta religiosa atraían a los trabajadores en Sao Paulo abajo un adoctrinamiento religioso. Los convencían de mudarse y donar sus bienes a las asociaciones controladas por el grupo, según la investigación del gobierno brasileño.
Las víctimas, en este caso, creen que están protegidas del fin del mundo en estas haciendas y que viven en una “comunidad santa”, mencionaron las autoridades que llevaron la investigación.
Los trabajadores esclavizados no sólo se rehusaban a salir de estos lugares, también dijeron que era una maravilla y que “es el sueño de su vida”, dijo el auditor-fiscal del trabajo Marcelo Campos, que coordinó la operación.
La secta es investigada desde 2013, cuando se encontraron en sus haciendas otras 348 personas sometidas a condiciones inhumanas de trabajo, con horarios exhaustivos, muchas veces a cambio solo de la alimentación y la vivienda.
Cuatro años después la justicia brasileña determinó que se bebía fiscalizar de nuevo las haciendas para actualizar la información y comprobaron que la práctica continuó y además, aumentó.
En todas las acciones de combate al trabajo esclavo, dijo el Ministerio del Trabajo, las víctimas quieren ser retiradas de esa situación. Sin embargo, este caso es inusual “porque las personas eran adoctrinadas por aspectos religiosos y nos recibieron como si fuésemos el demonio”, afirmó Campos.
Campos explicó que, en esa operación, los establecimientos comerciales fueron cerrados, pero no todas las personas pudieron ser retiradas de las haciendas.
“El rescate necesita un mínimo de aceptación, no tenemos gobernabilidad para sacarlas a la fuerza”, afirmó el fiscal.
Los propietarios fueron detenidos y acusados penalmente de diferentes delitos pero que los trabajadores sólo podrán ser retirados de las haciendas cuando manifiesten ese deseo.
“Durante la investigación llamó la atención el crecimiento patrimonial de los líderes de la secta y el gran aumento del número de fieles en los últimos cinco años”, según el comunicado del Ministerio de Trabajo.
Los fiscales informaron de que, así las personas engañadas no lo quieran, obligarán a los dueños de los establecimientos a pagarles retroactivamente todos los salarios y las garantías debidas desde que fueron reclutados.
En la operación participaron 58 fiscales del Grupo Especial del Ministerio de Trabajo que combate el Trabajo esclavo y 220 agentes de la Policía Federal, que cumplieron 22 órdenes de arresto, 42 mandatos de registro y 17 de intervención de establecimientos comerciales.