El actor Kevin Spacey acaparó de nueva cuenta los reflectores por su supuesta implicación en un tercer ataque sexual en Londres, sumado a una nueva acusación por racismo.
Desde marzo pasado surgieron múltiples acusaciones de agresión sexual contra el actor de 58 años.
Actualmente Spacey está relacionado por la policía británica con un incidente en Westminster en 2005, cuando era director artístico del teatro The Old Vic.
Esta sería la tercera ocasión en la que la policía de Scotland Yard investiga un caso de supuesto abuso sexual en el que el actor de Hollywood está implicado.
“El 13 de diciembre recibimos una información de que un hombre atacó sexualmente a otro hombre (tercera víctima) en 2005”, dijo a la AFP este jueves un portavoz de la policía.
Las autoridades no identifican a ningún sospechoso hasta que se le acusa formalmente, pero la agencia Press Association apuntó a Spacey.
Las otras dos presuntas víctimas dijeron haber sido atacadas en Londres en 2005 y 2008.
El teatro Old Vic de Londres anunció en noviembre que recibió 20 denuncias de “conducta inapropiada” de Spacey, durante una investigación sobre el actor estadounidense.
Spacey, quien ha ganado dos premios Óscar, ha sido acusado de agresión sexual por parte de varios hombres en el Reino Unido y en los Estados Unidos.
¿Un racista?
Las implicaciones en ataques sexuales no son las únicas acusaciones contra Spacey. Una empresa de seguridad con la que trabajó durante el rodaje de la primera temporada de ‘House of Cards’ lo acusó de racista.
El dueño de la empresa de seguridad VIP Protective Services contó al diario británico Daily Mail algunas de las humillaciones a las que estuvieron sometidos sus trabajadores, de mayoría afrodescendientes, durante el set de grabación en 2012.
Earl Blue, de 51 años, jefe de VIP Protective, fue contratado por Knight Takes King Productions para administrar la seguridad en el escenario durante la primera temporada de la serie de Netflix en ese año.
Blue afirmó al Daily Mail que el actor se negaba a saludar a los empleados al argumentar que “no quería dar la mano a los trabajadores negros”.
En uno de los capítulos, dijo Blue, el actor se acercó y les dijo: “No quiero a negros viendo mi tráiler”.
Otro de los argumentos que usaba Spacey es que “nunca hablaba con sus guardias de seguridad”. Sin embargo, hablaba con todos los demás que eran blancos, dijo el jefe de la agencia de seguridad.
La productora no renovó el contrato con la empresa de seguridad, aunque no pudieron probar que fuese por presiones de Spacey.