El Observatorio de Violencia
Social y de Género tiene previsto solicitar exhumaciones para algunos de los
nueve casos de muertes violentas de mujeres cuyos procesos de investigación
carecieron de la aplicación de un protocolo con perspectiva de género, dijo en
entrevista Mariana Ávila Montejano, coordinadora de esta agrupación.
Ahondó en que de acuerdo al
análisis de los expertos que apoyan el acompañamiento de los procesos se
determinará en qué casos es necesaria la exhumación, además de la integración
de otra serie de peritajes que no se realizaron debido a la falta de un
protocolo con perspectiva de género.
La falta de ciertos peritajes en
estos casos provoca que no haya claridad en los resultados, esto provoca
incertidumbre en las familias, además de que no se logra tener un verdadero
acceso a la justicia.
Ávila Montejano aclaró que si
bien no existe un tiempo límite para solicitar una exhumación cuando se trata
de asuntos de violaciones de derechos humanos, el problema es que entre más
tiempo pase más riesgos hay de alejarse de la verdad, tal como lo planteó
Irinea Buendía, madre de Mariana Lima
Aún con las dificultades que
implica recaudar pruebas fehacientes que tengan una utilidad en estos casos de
muertes violentas, la intención del observatorio es además señalarle a la
autoridad las omisiones cometidas, con el fin de que no vuelvan a suceder
nuevamente.
“Hay un tema de omisiones y de
desconocimiento institucional de cómo se tiene que realizar y como se tienen
que integrar las carpetas en lo general”.
Para Mariana es casi seguro que
si ellas retomaran un caso de un supuesto suicidio de una mujer que data de
hace 19 años y lo cotejaran con el de una muerte de hace ocho años en ambas
investigaciones encontrarían las mismas inconsistencias porque en realidad los
procedimientos siguen siendo los mismos.
Finalmente, Ávila Montejano
comentó que además de los nueve casos de muertes violentas de mujeres que
quieren se analicen con perspectiva de género, también están acompañando los
procesos de tres homicidios de varones adolescentes y adultos, que implican un
tratamiento completamente distinto.
