

A diferencia de los equipos de buceo que son grandes y pesados, las branquias artificiales de nombre Tritón son pequeñas, ligeras y fáciles de transportar. Su forma es
similar a la de un snorkel, funcionan con oxígeno líquido que a calentarse se
transforma en oxígeno gaseoso, y para liberarlo basta con morderlas suavemente.
Además, cuentan con un pequeño filtro con agujeros que son
más pequeños que las moléculas de agua, impidiendo de esta manera que el
líquido entre, y permitiendo que el oxígeno quede atrapado en un micro compresor
y se mantenga almacenado en el dispositivo.
Para funcionar correctamente, el dispositivo necesita dos
cilindros de oxígeno líquido que permiten respirar bajo el agua por más de
media hora, a una profundidad no mayor a 4.5 metros. También requiere una
batería de iones de litio con duración de hasta 45 minutos.
El costo aproximado de estas “branquias
artificiales” será de 299 dólares, aunque su venta al
público iniciará hasta diciembre de este año.