En el mundo empresarial, pocas funciones son tan invisibles y decisivas como la del Facility Manager (FM). Los FM son responsables del correcto funcionamiento de los activos, infraestructuras e inmuebles de las organizaciones. Sus funciones y tareas ayudan evaluando, manteniendo y sosteniendo las instalaciones del negocio, con el objetivo de garantizar su óptimo desempeño, controlar el consumo y desgaste, evaluar riesgos, y minimizar el impacto económico en la empresa. Todo ello, siempre desde una visión estratégica basada en la gestión de activos productivos, asegurando que la actividad principal transcurra sin contratiempos ni complicaciones y pueda generar beneficios directos.
Es aquí donde la tecnología se convierte en una gran aliada para el papel del Facility Manager, especialmente cuando hablamos de una visión estratégica de la gestión de activos e infraestructuras. No es simplemente “una herramienta más”, ya que contar con un software que permita gestionar y controlar todos los activos de la empresa, facilita la toma de decisiones basadas en datos, tanto actuales como históricos, minimizando, de esta manera, el riesgo de tomar decisiones ineficientes, adquirir equipos que no se ajusten a la visión estratégica de modernización y mejora, y prevenir paradas costosas.
En muchas organizaciones, la contratación de una plataforma tecnológica se percibe erróneamente como un gasto, cuando en realidad la tecnología está directamente ligada a una modernización y es comparable a la adquisición de maquinaria innovadora o nuevos equipos que garantizan el correcto y eficiente funcionamiento de toda la organización y su actividad. Hay que considerar, además, que las decisiones de este tipo no solo afectan a un único departamento, sino que tienen impacto en toda la empresa.
Un FM gestiona activos, servicios y operaciones clave que permiten que los espacios operen correctamente. Lo hace con una visión global del negocio, entendiendo que cada equipo, servicio o contrato impacta directamente en la cuenta de resultados de la empresa. No obstante, históricamente se ha percibido este departamento como un generador de gastos, sin reconocer que, en realidad, maneja activos de alto valor. Aunque no siempre formen parte del núcleo del negocio, su gestión puede influir directamente en este, ya que, si no son gestionados de forma eficiente, pueden entorpecer el desarrollo de la actividad principal de la empresa.
En la práctica, la inversión en una plataforma tecnológica de Facility Management como FAMA (https://www.fama-systems.com/contacto-fama-mx/) puede:
Es por ello que debemos saber diferenciar entre gasto operativo e inversión. El gasto operativo es aquel necesario para el funcionamiento diario de la empresa, mientras que la inversión busca generar un retorno futuro mediante una mayor eficiencia operativa y mejoras internas que, con el tiempo, se traducen en ahorro económico. En este sentido, las plataformas tecnológicas de Facility Management deben entenderse como una inversión a medio y largo plazo, capaz de impulsar la eficiencia organizativa y optimizar procesos y procedimientos clave, generando un ahorro tangible para la empresa.
La inversión es, en definitiva, un motor imprescindible para el crecimiento y la mejora continua de cualquier organización.
*Verónica Hernández Colín, Implementations Director México en FAMA (a Cuatroochenta product)
