
LA RELACIÓN ENTRE VENEZUELA Y ESTADOS UNIDOS se ha tensado aún más. Un buque venezolano fue destruido en aguas del Caribe por fuerzas estadounidenses con 11 tripulantes muertos, generando una fuerte reacción.
Mientras Washington afirma que el barco transportaba drogas, funcionarios del gobierno venezolano aseguran que el video del ataque es falso y fue creado con inteligencia artificial.
El presidente estadounidense Donald Trump felicitó la acción a través de su plataforma Truth Social, declarando que su gobierno atacará a los grupos terroristas “independientemente de donde se encuentren”. Según Trump, el buque estaba “literalmente cargado de droga” y fue “eliminado”.
El ataque fue justificado por la Casa Blanca bajo la premisa de que los tripulantes eran presuntos miembros del Tren de Aragua, un grupo criminal que el gobierno de Trump ha calificado de terrorista.
“The President is going to be on offense against drug cartels.”
Secretary of State Marco Rubio says cartels are in for a rude awakening after the U.S. military destroyed a drug-laden boat from Venezuela. pic.twitter.com/s3kY4RWI8D
— Fox News (@FoxNews) September 2, 2025
El Secretario de Estado, Marco Rubio, respaldó la versión oficial y descartó que se tratara de una invasión a Venezuela. Se confirmó que 11 de los tripulantes fueron abatidos durante la operación.
Mientras el secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió en el programa Fox & Friends que este ataque militar letal era el inicio de una campaña contra los cárteles venezolanos a los que Trump ha culpado de introducir fentanilo en Estados Unidos.
Aunque el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aún no ha emitido una declaración oficial, varios funcionarios de su gobierno han rechazado la versión de Estados Unidos. El ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, afirmó que el video divulgado por Washington sobre la destrucción de la embarcación es “falso” y fue “generado con inteligencia artificial”.
La postura de Venezuela, hasta ahora, es que el incidente no ocurrió y que las imágenes son parte de una campaña de desinformación para justificar una posible agresión.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela han estado en su punto más tenso. Washington no reconoce el resultado de las pasadas elecciones presidenciales en las que Nicolás Maduro fue reelegido. Además, el gobierno de Trump ha acusado a Maduro de ser el líder del Cártel de los Soles y ha duplicado a 50 millones de dólares la recompensa por su captura. Por su parte, el gobierno de Caracas ha denunciado el despliegue de buques estadounidenses en aguas del Caribe como la “mayor amenaza en 100 años” contra América.
Hace dos meses, Trump firmó una directiva secreta que autoriza al Pentágono a utilizar la fuerza militar contra algunos cárteles de la droga latinoamericanos calificados como “organizaciones terroristas”. Casi al mismo tiempo, el gobierno estadounidense declaró a un grupo criminal venezolano como organización terrorista y calificó al gobierno de Maduro como “ilegítimo”.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró, antes del ataque, estar preparado para pasar a la “lucha armada” en caso de una invasión por parte de Estados Unidos.
“Si Venezuela fuera agredida, pasaría inmediatamente al período de lucha armada en defensa del territorio nacional y de la historia y del pueblo de Venezuela”, declaró a periodistas.
Maduro denunció, el primero de septiembre, que ocho barcos militares de Estados Unidos, con 1,200 misiles y un submarino, apuntan hacia su país. Dicho hecho lo declara como “una amenaza extravagante, injustificable, inmoral y absolutamente criminal, sangrienta”. Ante la “máxima presión militar”, el presidente aseguró que su país ha declarado la “máxima preparación para la defensa”. N
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