
UN CRÁNEO FÓSIL DE UN MILLÓN DE AÑOS, que inicialmente se creyó pertenecía al Homo erectus, ahora se piensa que forma parte del linaje asiático longi, estrechamente vinculado con los denisovanos. Los investigadores aseguran que este hallazgo “cambia por completo” el rumbo de la historia evolutiva de los humanos.
Los resultados sugieren que el Homo sapiens pudo haber comenzado a emerger hace más de un millón de años, lo que retrasa en unos 400,000 años la fecha previamente aceptada sobre el origen de nuestra especie.
Este retroceso en la línea de tiempo es notable: indica que, en los últimos 800,000 años, la mayoría de los humanos de cerebro grande pueden rastrearse a cinco ramas principales: erectus asiático, heidelbergensis, longi, sapiens y neanderthalensis, según el Museo de Historia Natural de Londres.
También sugiere que estas ramas comenzaron a dividirse hace más de un millón de años, lo que muestra que la evolución humana es más larga y mucho más compleja de lo que se creía.
El estudio fue publicado en Science por un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Fudan (Shanghái), la Academia China de Ciencias (Pekín) y el paleoantropólogo Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres.
El cráneo, conocido como Yunxian 2, fue hallado en la provincia de Hubei en 1990. Debido a que estaba severamente aplastado, los investigadores pensaron en su momento que pertenecía a Homo erectus.
Gracias a escaneos avanzados en 3D y reconstrucción digital, el equipo logró restaurar su forma original y compararla con más de 100 fósiles. El análisis reveló que Yunxian 2 se asemeja más al Homo longi (también llamado “Hombre Dragón”) y al Homo sapiens por su mayor capacidad cerebral, aunque conserva rasgos de la cara inferior asociados al erectus.
El hallazgo sugiere que podrían existir aún fósiles de heidelbergensis, neandertales, sapiens y longi que se remontan a más de un millón de años. También refuerza la hipótesis de que coexistimos con otras especies hermanas durante más tiempo del que se creía.
Además, los investigadores creen que podría haber fósiles de Homo sapiens de un millón de años aún por descubrir.
Actualmente se piensa que los denisovanos y los humanos modernos compartieron un ancestro común hace unos 1.32 millones de años, mientras que los neandertales se habrían separado incluso antes, hace 1.38 millones de años.
Chris Stringer afirmó que Yunxian 2 no es Homo erectus, sino un miembro temprano del linaje longi vinculado a los denisovanos: “Esto cambia mucho lo que pensábamos, porque sugiere que hace un millón de años nuestros ancestros ya se habían dividido en grupos distintos.”
Xijun Ni, profesor de la Universidad de Fudan y coautor del estudio, comentó a la BBC: “Al principio pensamos que era increíble. ¿Cómo podía ser tan antiguo? Pero repetimos las pruebas y ahora estamos seguros del resultado.”
Otros investigadores, sin embargo, llaman a la cautela. Susan C. Antón, de la Universidad de Nueva York, opinó que este hallazgo “no cambia demasiado” la comprensión sobre la expansión del tamaño cerebral. Bernard Wood, de la Universidad George Washington, dijo que aunque no sorprende encontrar cerebros grandes tan atrás en el tiempo, “la evidencia sigue siendo muy valiosa.”
Joshua Akey, de la Universidad de Princeton, destacó que este estudio ayuda a entender las relaciones entre los linajes humanos: “La divergencia mucho más profunda de los grupos humanos es provocativa y consistente con estudios genéticos recientes.” N
(Con información de Jasmine Laws