El kurdo iraní Caucher Birkar, refugiado en Reino Unido, y el italiano Alessio Figalli, que una vez pensó optar por el fútbol, fueron galardonados este miércoles con la medalla Fields de matemáticas, el premio más importante en esta disciplina.
Birkar, de 40 años, y Figalli, de 34, fueron premiados junto al alemán Peter Scholze, de 30, y el indio Akshay Venkatesh, de 36 y residente en Australia desde su infancia, en el marco del Congreso Internacional de Matemáticas (ICM) que se celebra en Rio de Janeiro.
Birkar, recompensado por sus contribuciones al estudio del plano de Fano, usado en geometría proyectiva, expresó su deseo de que el premio permita “dibujar una sonrisa en el rostro de 40 millones de personas”, en referencia al pueblo kurdo.
“Kurdistán era un lugar poco probable para que un niño desarrolle su interés por las matemáticas”, dijo Birkar.
Pero logró mudarse de la Universidad de Teherán, donde recuerda haber visto los retratos de los anteriores ganadores del Fields, a buscar asilo y la ciudadanía en Reino Unido, donde ha destacado como una brillante mente matemática y es profesor de la prestigiosa Universidad de Cambridge.
“Pasar de siquiera imaginarme conocer a estas personas (que han ganado la medalla) a ganar yo mismo una medalla, simplemente no podía imaginarme que esto se haría realidad”, dijo Birkar a la revista Quanta.
Las medallas Fields se otorgan desde 1936 cada cuatro años, a investigadores menores de 40. Esta es la primera vez que el ICM se reúne en un país del hemisferio sur, desde su primer congreso en 1897.
– Del fútbol a las matemáticas –
Alessio Figalli, actualmente profesor en la Escuela Federal Técnica (ETH) de Zúrich, permitió con sus trabajos avances en la “teoría del transporte óptimo y sus aplicaciones en ecuaciones diferenciales y en geometría métrica”, indicaron los organizadores del ICM.
Esas ecuaciones pueden dar “trabajo para los próximos 30 o 40 años. Pero hay un problema que espero resolver pronto: vivir en la misma ciudad que mi mujer”, bromeó el investigador al recibir la medalla.
Figalli tuvo un inesperado comienzo en el mundo de la matemática. “Hasta la escuela secundaria, su única preocupación era jugar fútbol”, destacó el ICM al anunciar los premios.
Sin embargo, entró a las Olimpiadas Internacionales de Matemáticas, despertando su fascinación por esta disciplina y que hoy lo ha convertido en una figura excepcional del cálculo de variaciones y ecuaciones diferenciales parciales.
El alemán Peter Scholze, nacido en Bonn, fue premiado por sus investigaciones sobre aritmética y geometría algébrica. Pero el joven matemático considera que siempre habrá problemas para resolver.
“Hay un número infinito de problemas”, dijo Scholze, de la Universidad de Bonn. “Cada vez que resuelves un problema, se vienen 10 más”.
El cuarto medallista, Akshay Venkatesh, nacido en Nueva Delhi, es un prodigio que comenzó su licenciatura en matemáticas y física en la Universidad de Australia Occidental cuando solo tenía 13 años.
Venkatesh fue recompensado por sus contribuciones a la teoría de los números. Actualmente se especializa en teoría de números en la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
“Muchas veces, cuando haces matemáticas te atascas. Pero te sientes privilegiado de trabajar con esto: tienes un sentimiento de trascendencia y se siente como si fueras parte de algo realmente importante”.
(Con información de AFP).