“Aumentar los aranceles podría reducir el tamaño de GM, reducir su presencia en el plano nacional y en el exterior de esta empresa emblemática estadounidense y arriesga disminuir los empleos en lugar de aumentarlos”, escribió la firma en comentarios transmitidos al departamento de Comercio en el marco del período de consultas.
La Casa Blanca había anunciado el 23 de mayo que el presidente Donald Trump consideraba imponer nuevos aranceles a las importaciones de vehículos a Estados Unidos.
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General Motors, el mayor constructor estadounidense, recuerda asimismo que emplea a unas 110.000 personas.
GM subraya además que las barreras comerciales podrían incrementar sus costos y la harían menos competitiva al “promover un entorno comercial” en el cual podrían “ser objeto de represalias en otros mercados”.
Desde el 1 de junio, la administración de Trump impuso un arancel de 25% al acero y de 10% al acero proveniente de grandes socios como la Unión Europea, Canadá y México, los cuales, a su vez, pusieron en marcha medidas de represalia.
De su lado, la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México está empantanada por la demanda de Washington de que los automóviles fabricados en los países miembro tengan una mayor cantidad de componentes estadounidenses para ser exentos de tasas aduaneras.
(Con información de AFP).
