A MEDIDA que surgen nuevas variantes del COVID-19, como las que se identificaron en el Reino Unido y Sudáfrica, los expertos han expresado su preocupación porque las versiones mutadas del virus SARS-CoV-2 impacten la eficacia de las vacunas disponibles hasta el momento.
Si bien los expertos dicen que las vacunas deberían brindar al menos cierta protección contra las nuevas variantes, es posible que no funcionen con la misma eficacia.
Las investigaciones han demostrado que la cepa registrada en el Reino Unido, llamada B.1.1.7, parece que está cubierta dentro del espectro de protección que ofrecen los biológicos actuales. Sin embargo, respecto a la variante sudafricana, conocida como B.1.351, hay evidencia de que las vacunas disponibles tienen un efecto “limitado”.
Los resultados de un ensayo clínico realizado en Sudáfrica, donde la variante B.1.351 se ha vuelto dominante, mostraron que la vacuna AstraZeneca -Oxford fue menos efectiva contra esta versión del virus y proporcionó poca protección contra la enfermedad.
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Los autores del estudio encontraron que la inyección tenía una eficacia baja frente a cuadros leves y moderados de COVID-19. La protección que registró fue por debajo del 25 por ciento, por lo que no cumple con los estándares internacionales mínimos para su autorización.
Los resultados del ensayo —que fue pequeño y solo reclutó a 2,000 personas relativamente jóvenes y sanas— no proporcionaron evidencia que determine si la inyección de AstraZeneca-Oxford protegería contra cuadros severos de la enfermedad.
Estos hallazgos provocaron que las autoridades sudafricanas suspendieran el uso de la inyección. Así que el gobierno de ese país anunció que el programa nacional de vacunación —que debía iniciarse en las primeras semanas de febrero con un millón de dosis— se suspendía temporalmente.
Los datos de ensayos clínicos a gran escala que evalúan las vacunas de Johnson & Johnson y Novavax también han mostrado una efectividad reducida contra la variante sudafricana.
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Se descubrió que la inyección de Novavax tenía 49 por ciento de efectividad para prevenir el COVID-19 sintomático en Sudáfrica. Mientras, ha probado eficacia de 90 por ciento en un ensayo separado realizado en el Reino Unido, donde la B.1.1.7 es dominante.
De manera similar, los resultados preliminares de los ensayos clínicos en curso que evalúan la vacuna Johnson & Johnson encontraron que la inyección fue 72 por ciento efectiva para prevenir COVID-19 de moderado a grave entre los voluntarios del ensayo realizado en Estados Unidos. Sin embargo, en Sudáfrica, el porcentaje de efectividad fue de 57 por ciento.
A pesar de la menor eficacia sobre la variante sudafricana, la vacuna J&J fue 85 por ciento efectiva en la prevención de enfermedades graves en todas las regiones estudiadas, incluida Sudáfrica, proporcionando “protección completa contra la hospitalización y muerte relacionadas con COVID”, después de 28 días, de acuerdo con esa empresa farmacéutica.
Shabir Mahdi, investigador de la Universidad de Witwatersrand y líder del ensayo de la vacuna AstraZeneca-Oxford en Sudáfrica, se dijo “optimista” respecto a que la inyección que desarrolló podría ofrecer cierta protección frente a cuadros agravados de la enfermedad.
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La vacuna AstraZeneca-Oxford se basa en una tecnología similar a la inyección J&J. Ambas inducen una respuesta similar de anticuerpos. Si bien esta reacción se redujo contra B.1.1.7, son biológicos que también estimulan otros aspectos del sistema inmunológico y brindan formas adicionales de protección.
Respecto a las dos vacunas de ARNm desarrolladas por Pfizer-BioNTech y Moderna no hay información sobre su efectividad en las nuevas versiones del virus, pues son biológicos que completaron sus ensayos clínicos antes de que se establecieran las nuevas variantes.
Debido a que ambas vacunas de ARNm tienen una eficacia superior al 90 por ciento, los expertos confían en que su espectro de protección también incluirá las nuevas variantes.
En enero, Moderna anunció que su vacuna protegía contra las variantes británica y sudafricana. Según sus estudios, hay una reducción en los anticuerpos neutralizantes contra B.1.351, pero los niveles de eficacia se mantienen por encima de lo esperado. De cualquier forma, informó que desarrollará un refuerzo diseñado específicamente para B.1.351.
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Por otra parte, la revista Nature Medicine recién publicó que el biológico Pfizer-BioNTech debería brindar protección contra las variantes sudafricana y británica, aunque la neutralización del virus sería “ligeramente menor” frente a una vacuna diseñada específicamente para las mutaciones observadas en B.1.351.
Al iniciar febrero, investigadores de la Universidad de Cambridge encontraron que es probable que la vacuna Pfizer-BioNTech sea efectiva contra la variante del Reino Unido del SARS-CoV-2, aunque con modestas reducciones en la eficacia.
Esos mismos estudios muestran que si a la variante del Reino Unido se le agrega la mutación E484K, también observada en B.1.351, la cantidad de anticuerpos necesarios para prevenir la infección aumenta significativamente. N
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek