El desperdicio de comida se ha convertido en un hábito peligroso aun cuando vivimos épocas en las que el hambre en el mundo se incrementa a diario. Actualmente, un tercio de todos los alimentos producidos a escala mundial se pierden o se desaprovechan.
Estimaciones iniciales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para el índice de pérdida de alimentos indican que alrededor del 14 por ciento de los comestibles se pierden a escala mundial desde la poscosecha hasta el nivel minorista.
Las regiones donde se desperdicia la mayor cantidad de alimentos son Asia occidental y África septentrional (10.8 por ciento); África subsahariana (14 por ciento); Oceanía -excepto Australia y Nueva Zelanda- (8.9 por ciento); América septentrional y Europa (15.7 por ciento); América Latina y el Caribe (11.6 por ciento); Asia oriental y sudoriental (7.8 por ciento); Asia central y Asia meridional (20.7 por ciento) y Australia y Nueva Zelanda (5.8 por ciento).
Los principales alimentos que se pierden, según la FAO, son los cereales y legumbres (8.6 por ciento); frutas y hortalizas (21.6 por ciento); carne y productos de origen animal (11.9 por ciento); raíces, tubérculos y cultivos oleaginosos (25.3 por ciento); otros (10.1 por ciento).
Además lee: La tierra es nuestro principal proveedor de alimentos
El más reciente estudio realizado por la FAO registra que la pérdida y el desperdicio de alimentos implican un mal uso de los recursos y un impacto ambiental negativo: “Se prevé que el crecimiento demográfico y el aumento de los ingresos darán lugar a un incremento de la demanda de productos agrícolas, con una mayor presión sobre los recursos naturales”.
Por esta razón resulta crucial reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. “No solo mejorará nuestro uso de los recursos naturales, sino que contribuirá directamente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por unidad de alimentos consumidos. Esto se debe a que habrá más alimentos que lleguen al consumidor para un determinado nivel de recursos utilizados”, dice el informe.
El impacto ambiental será, en última instancia, el resultado de los cambios de precios asociados con la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos, lo que determinará de forma indirecta su impacto en el uso de los recursos naturales y en las emisiones de GEI, señala el estudio.
Actualmente, la FAO se está asociando con gobiernos, organizaciones internacionales, el sector privado y la sociedad civil para crear conciencia sobre las gravedades y para implementar acciones para abordar la raíz del problema.
IDEAS PARA REDUCIR EL DESPERDICIO DE COMIDA
En los países en desarrollo, un 40 por ciento de las pérdidas de alimentos ocurre en las etapas de poscosecha y procesamiento. Esto es lo que se denomina pérdidas de alimentos. En los países industrializados, el mismo porcentaje (40 por ciento) de las pérdidas se produce a nivel del comercio minorista y del consumidor; tirar alimentos que no son vendidos o que no son consumidos en el hogar, restaurantes o cafeterías se llama desperdicio de comida.
La FAO ha propuesto nueve ideas para reducir el desperdicio de comida:
∞ Pequeñas cantidades: servir o comer porciones de comida más pequeñas en casa y compartir con amigos en los restaurantes en caso de que las porciones sean muy grandes.
∞ Reutilizar las sobras: guardar las sobras para otra comida o utilizarlas en un plato diferente.
∞ Comprar solo lo que se necesita: ser inteligente con las compras. Hacer una lista de lo que se necesita y procurar seguirla. No comprar más de lo que se pueda consumir.
∞ Dejar los prejuicios a un lado: comprar frutas y verduras “feas” o irregulares. Son igual de buenas, pero un poco diferentes.
∞ Revisar el refrigerador: almacenar los alimentos a una temperatura entre 1 y 5 grados centígrados para una frescura y una vida útil máximas.
Te puede interesar: COVID-19: siete recomendaciones de la FAO para cuidar el sistema inmunológico
∞ Primero en entrar, primero en salir: tratar de usar productos que se habían comprado anteriormente. Mover los productos más viejos al frente y colocar los más nuevos en la parte posterior.
∞ Entender las fechas: “Consumir antes de” indica una fecha en la que el alimento es seguro para ser consumido, mientras que “Consumir preferentemente antes de” significa que la calidad del alimento es mejor antes de esa fecha, pero sigue siendo seguro para el consumo después de esta. Otra fecha que se puede encontrar en los paquetes de alimentos es la de “Caducidad”, la cual es útil para la rotación del inventario para los fabricantes y minoristas.
∞ Compostar: algunos desperdicios de alimentos pueden ser inevitables, así que ¿por qué no instalar un contenedor de compost?
∞ Donar el excedente, compartir es vivir.