Reporteros Sin Fronteras informó que un análisis de investigadores de la Universidad de Southampton muestra como el control y la censura de las autoridades de China evitó que la ciudadanía se enterara antes de la gravedad de la enfermedad y quizás así haber evitado la actual pandemia.
El análisis publicado el 13 de marzo sugiere que el número de casos de coronavirus en el país asiático podría haberse reducido en un 86% si las primeras medidas, tomadas el 20 de enero, se hubiesen implementado dos semanas antes.
Con base en lo ocurrido durante los primeros días de la crisis, Reporteros Sin Fronteras dice que sin el control y la censura que impusieron las autoridades, los medios locales habrían informado antes sobre la epidemia, salvando miles de vidas.
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Hechos clave
La organización informa sobre algunas de las acciones que podrían haberse llevado a cabo. Por ejemplo, un mes después del primer caso documentado del nuevo coronavirus, en la ciudad de Wuhan ya habían 60 pacientes infectados. A pesar de esto, las autoridades no consideraron necesario comunicar esta información a los medios y alertar a los ciudadanos.
Si no se hubiese ocultado al público la existencia de un brote epidémico vinculado a un mercado muy popular en la ciudad, las personas habrían dejado de visitar este sitio mucho antes de su cierre oficial el 1 de enero.
Otro hecho que pudo haber ayudado a evitar la pandemia actual es cuando el doctor Lu Xiaohong, jefe de gastroenterología del Hospital de la Ciudad de Wuhan #5, conoce casos de esta infección y sospecha sobre su transmisión entre humanos.
En vez de poder alertar a sus colegas y ciudadanos, el doctor fue reprendido y amenazado por las autoridades. Fue hasta tres semanas después cuando se tomaron medidas sobre la enfermedad.
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Lo mismo ocurrió con otro grupo de médicos que el 30 de diciembre lanzaron una alerta sobre un “coronavirus similar al SARS”. Ocho de ellos, incluido el doctor Li Wenliang, quien murió después a causa de la enfermedad, fueron detenidos por la policía de Wuhan el 3 de enero por haber circulado “rumores falsos”. Con esto se impidió la libre difusión sobre el peligro de la enfermedad.
Fue hasta el 31 de enero cuando China alerta oficialmente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la nueva enfermedad, sin embargo, obligó a la aplicación de WeChat que censurara palabras clave respecto a esta. Con esta acción, no se permitió que los periodistas informaran y aconsejaran a la población sobre un mejor cumplimiento de las normas recomendadas por las autoridades sanitarias.
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El 13 de enero se dio a conocer que en Tailandia se dio el primer caso de infección por coronavirus fuera de China.
Si a nivel internacional se hubiese tenido acceso total a la información que tenían las autoridades chinas sobre la escala de la epidemia, es probable la crisis pudiera haber sido mejor evaluada y anticipada, reduciendo el riesgo de propagación fuera de China y, posiblemente, evitando que se transformara en una pandemia.
Con información de Reporteros Sin Fronteras.