Un informe eliminado, emitido por el ejército de Estados Unidos en referencia a las armas nucleares, parece sugerir la obtención de algunos resultados positivos a partir del uso en batalla de esas armas de destrucción masiva.
Este documento desclasificado, publicado la semana pasada por el Estado Mayor Conjunto y titulado “Armas nucleares: Planificación y objetivos”, fue eliminado poco después del sitio web del Pentágono. Sin embargo, la Federación de Científicos Estadounidenses conservó una copia, y el analista de secrecía de proyectos Steven Aftergood observó un pasaje que recordaba particularmente “al Doctor Insólito”, en referencia al film clásico de la Guerra Fría titulado “Doctor Insólito, o cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba”, una obra satírica sobre las tensiones nucleares entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
“El uso de armas nucleares podría crear condiciones para obtener resultados decisivos y recuperar la estabilidad estratégica. Específicamente, el uso de un arma nuclear modificará fundamentalmente el alcance de una batalla y creará condiciones que influyan en la manera en que los oficiales al mando se impongan en el conflicto”, se lee en el informe.
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Además, el informe inicia con una cita del teórico de la guerra nuclear Herman Khan, identificado como uno de los personajes en los que se inspiró Stanley Kubrick para crear su comedia negra de 1964. El pasaje dice: “Calculo que las armas nucleares se utilizarán en algún momento durante los próximos 100 años, pero es mucho más probable que su uso sea pequeño y limitado, en lugar de amplio y sin ataduras”.
Meses después de que el presidente estadounidense Donald Trump asumiera el cargo en 2017, Newsweek publicó algunos artículos de opinión en los que se comparaba su ascenso con la historia del Doctor Insólito. Aunque la guerra nuclear ha sido, desde hace mucho tiempo, el tema de importantes obras de ficción, en la vida real, las medidas que restringen el uso de tales armas han estado bajo amenaza en años recientes debido a que Estados Unidos y Rusia se acusan mutuamente de violar los tratados de control de armas.
Washington acusó a Moscú de violar el tratado de 1987 sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio al desarrollar un sistema de misiles que, presuntamente, entraba en el alcance restringido de 310 a 3,420 millas (498 a 5503 km) y luego suspendió el acuerdo en febrero. Por su parte, funcionarios rusos han criticado el sistema de defensa antimisiles Aegis Ashore en Rumanía, el cual pronto entrará en operación también en Polonia, debido a que, presuntamente, también podría usarse de manera ofensiva.
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El gobierno de Trump también ha aplazado las negociaciones para renovar el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés), que limita las capacidades nucleares de Estados Unidos y Rusia, debido a que el presidente estadounidense presiona para crear un nuevo acuerdo en el que también participaría China. Beijing, que posee activos nucleares significativamente menores que Moscú y Washington, ha dicho que “nunca” se uniría a ningún acuerdo de esa naturaleza, debido a que piensa que la Casa Blanca ni siquiera respeta los acuerdos internacionales actuales, como el acuerdo nuclear con Irán de 2015.
Estados Unidos y Rusia también se han acusado entre sí de construir armas nucleares de bajo rendimiento, lo cual recuerda la cita de Khan mencionada anteriormente, y sobre las cuales, desde entonces, muchos expertos han advertido que tienen mayores probabilidades de ser usadas en caso de conflicto. Funcionarios de Moscú también han caracterizado a la Revisión de la Postura Nuclear de 2017, realizada por el gobierno de Trump, como una relajación de las restricciones sobre el uso de armas nucleares, metas que Washington ha lanzado señales de alarma con respecto al desarrollo, por parte de Rusia, de nuevos misiles hipersónicos y crucero, capaces de evadir a las defensas modernas.
La disputa se recrudeció una vez más a finales del mes pasado, cuando el director de la Agencia de Inteligencia de Defensa Robert Ashley afirmó que “Es probable que Rusia no se adhiera a su moratoria de pruebas nucleares de una manera congruente con el estándar de ‘opción cero’”, lo cual es una violación flagrante del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT, por sus siglas en inglés). El Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia dijo el miércoles que esas afirmaciones eran “absolutamente infundadas” y advirtió que “solo pueden considerarse como una fachada para ocultar los pasos que ha dado Washington para abandonar el CTBT y reiniciar plenamente los ensayos nucleares”.
Si bien se cree que ninguno de los dos países ha realizado verdaderas pruebas nucleares desde principios de la década de 1990, WIRED y el Centro para la Integridad Pública publicaron el jueves un informe conjunto en el que detallan la realización de experimentos subterráneos por debajo del punto crítico, llevados a cabo por ambos países, para simular las circunstancias previas a una reacción nuclear sin producir realmente ningún resultado.
Además de poner en duda las afirmaciones de Ashley, en el informe también se señala que sus afirmaciones se produjeron en un momento en el que el Departamento de Energía ya planeaba triplicar la cantidad de tales pruebas, y en el que el gobierno de Trump había declinado repetidamente responder a los ofrecimientos de Moscú de firmar un acuerdo bilateral en el que ambos países renunciarían al uso de armas nucleares.
https://newsweekespanol.com/2019/06/iran-drones-eu-trump/
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek