Puebla, Pue. Con los miles de baches en la ciudad de Puebla, los automovilistas que caen en uno de ellos tienen que gastar hasta 4 mil 500 pesos en la reparación de la suspensión, la llanta y el rin.
Además, a la semana, son más de 70 conductores los que buscan atención en el mantenimiento de su vehículo por los daños generados.
Reparaciones caras
En entrevista con José Luis Márquez Moreno, quien lleva dedicándose a la reparación de rines por más de 29 años, comentó que ha ido en aumento la solicitud de este tipo de servicios, por el exceso de baches.
“El costo depende del daño que tiene. Hay veces que son rines que son muy lujosos, muy caros, y una mala reparación echaría todo a perder. Entonces, a veces tienes que cobrar moderadamente el precio. Si es un rin que está bajo de precio, no puedes cobrarlo mucho, pero ya cuando es un trabajo realmente preciso, sí lo tienes que cobrar caro”, refirió.
Luis Márquez platicó que, a pesar de realizar una buena intervención en la reparación del vehículo, más del 50 por ciento de los clientes regresan en una semana, para solicitar nuevamente la reparación, pues nuevamente, fueron víctimas de un bache.
“Dependiendo, si es puro rin, vienen en la semana entre 10 y unos 20 clientes a reparaciones (…) un 25 por ciento de clientes regresan o el 50 por ciento. La mayoría son puras llantas dañadas por lo que llegan a venir”, declaró.
Cuestionado sobre los costos, dijo que depende del daño, ya que los precios más altos van desde los 4 mil pesos, al tratarse de un auto de alta gama, mientras que las más sencillas son reparaciones entre 350 y 600 pesos.
“Los conductores deben sortear los baches, a veces no se ven porque están tapados por el agua y ahí es cuando caen y se daña el rin, a veces la suspensión y hasta el amortiguador”, mencionó.
Ya no resisten como antes
Por separado, Jesús Gutiérrez, quien se ha dedicado por 50 años a la reparación de llantas, comentó que a la semana son más de 50 automóviles los que acuden a su taller para solicitar una intervención por la ruptura total o parcial de su llanta.
“Normalmente, aquí llegan por rupturas de llanta. Se rompe la llanta, se rompe el rin, se dobla el rin. Aquí lo que más hacemos son secciones. Y pues ya ahora los carros, pues ya es otra cosa, porque es suspensión, horquillas, todo se daña por un bachecito”, acotó.
Asimismo, comentó que a la semana suman más de 50 personas las que solicitan una intervención, donde los costos son variados, y pueden ir desde 70 a 500 pesos, dependiendo del daño.
“Lo normal acá son las talachas, ya de ahí, pues ya vienen los servicios, los rines, muchas veces los de aluminio son los que se rompen, los de fierro nada más se doblan y se arreglan rápido, pero en sí, más son las talachas”, declaró.
“Los rines y llantas de ahora ya no aguantan, digamos. Si antes caían en un bache se doblaban, ahora ya se rompen, ya no tienen la misma resistencia. Los de antes sí aguantaban mucho, les podíamos reparar y reparar, y ahorita, pues ya no hay de esos”, señaló.
Hay que mencionar que, según el coordinador estatal del Programa de Mantenimiento Permanente, Israel Pacheco Velázquez, el gobierno del estado destina 555 kilos de mezcla asfáltica, fría y caliente, para tapar cada bache.
