En Guanajuato, la eliminación de productos con alto contenido calórico en las escuelas avanza gracias a un modelo de concientización que involucra a padres de familia, maestros y responsables de las cooperativas escolares, aseguró el secretario de Educación, Luis Ignacio Sánchez Gómez.
“Yo no creo en la imposición. Creo en el convencimiento, en el acompañamiento”, sostuvo en entrevista, al explicar que la estrategia para retirar comida chatarra de los planteles no se basa en sanciones, sino en el trabajo conjunto con la comunidad educativa.
El funcionario estatal dijo que en sus visitas por distintos centros escolares del estado ha notado una disminución importante de productos con sellos de advertencia.
“Cada vez encuentro menos esos productos. Tarde o temprano los van a sacar todos, pero los van a quitar las mamás, porque ya saben”, dijo.
El titular de la Secretaría de Educación de Guanajuato destacó que esta política forma parte del proyecto estatal de vida saludable, el cual también incluye activación física como parte de la rutina escolar.
“Necesitamos que los chiquitos se nos muevan. Hay un movimiento en torno a la vida saludable, que es el proyecto que manejamos y al que le damos mucha fuerza”, agregó.
Aunque reconoció que no existe una medición precisa sobre la reducción de productos específicos como chicharrones o golosinas azucaradas, Sánchez Gómez enfatizó que el avance se percibe a través de la experiencia directa en escuelas.
“Siempre que voy y hablo con los directores, que son los responsables de las tiendas. Les digo: a ver, denle la vuelta. Vende esto, quita estos productos con sellos… En fin, ahí vamos caminando”, finalizó.