Tras el devastador bombardeo de tres importantes instalaciones nucleares en Irán, el gobierno de Estados Unidos sigue afirmando que su objetivo no es el cambio de régimen. De hecho, ha invitado a los ayatolas a volver a la mesa de negociaciones.
Empero, Israel ha adoptado una postura diferente. Los líderes israelíes han declarado que sí buscan un cambio de régimen, pero sin definir lo que eso implicaría.
A medida que Israel sigue debilitando el liderazgo político y militar de Irán y sus capacidades nucleares, muchos se preguntan qué pasará si el régimen se derrumba. A pesar de décadas de protestas en todo el país, la oposición iraní sigue fragmentada entre grupos rivales y, en apariencia, carece de una presencia organizada.
La oposición interna de Irán presenta una variedad de ideologías, objetivos y bases de apoyo. Si bien algunos operan dentro del país, muchos se encuentran en el exilio debido a la represión del gobierno.
También lee: ‘El final del régimen en Irán está cerca, este es nuestro momento Muro de Berlín’: Reza Pahlavi
Los principales grupos de la oposición pueden clasificarse de la siguiente manera: los monárquicos liderados por Reza Pahlavi, hijo del difunto sah; los Muyahidines del Pueblo de Irán, liderados por Maryam Rajavi; y el Frente Nacional, liderado por Hossein Mousavi y Mehdi Karoubi, ambos actualmente bajo arresto domiciliario en Irán.
En mi opinión, Pahlavi tiene las mejores posibilidades de éxito. Los Muyahidines del Pueblo han sido muchas veces considerados una organización terrorista y cuentan con escaso apoyo en Irán y entre los grupos de la diáspora. No creo que Rajavi pueda ser una figura unificadora capaz de sacar adelante al país.
Por su parte, Mousavi y Karoubi participaron en las elecciones de 2009 y es poco probable que los jóvenes iraníes descontentos los consideren totalmente ajenos al sistema actual.
LOS IRANÍES PREFIEREN A PAHLAVI ANTES QUE A LOS ACTUALES LÍDERES POLÍTICOS
Pahlavi afirma ser un líder democrático, que está ganando popularidad entre la diáspora iraní y cada vez es visto con mejores ojos dentro de Irán, donde los jóvenes anhelan un sistema democrático más orientado hacia Occidente que pueda liberarlos de las restricciones religiosas y sociales, así como de la agitación económica resultante de las condiciones impuestas por el régimen actual.
Pahlavi afirma tener un plan de cien días para el cambio político y económico en Irán. He visto informes que indican que altos cargos del ejército y la burocracia están en contacto con su organización. Si estos informes son ciertos, esta situación se asemejaría a las conexiones del ejército con el grupo del ayatola Jomeini, que finalmente contribuyeron a la caída de su padre y a la revolución de 1979.
Según una encuesta reciente del Instituto de Investigación Empírica y Previsión, 79.9 por ciento de los iraníes prefiere a Pahlavi antes que a los actuales líderes políticos, lo que indica un fuerte apoyo dentro del país.
Durante las recientes protestas, el apoyo a Pahlavi se hizo más patente en las redes sociales y en las manifestaciones públicas. Algunos jóvenes iraníes y disidentes lo apoyaron como figura unificadora.
Reza Pahlavi se perfila como la figura opositora más significativa entre los iraníes, tanto dentro del país como en el extranjero, con encuestas recientes y testimonios que muestran un apoyo considerable.
Sin embargo, su influencia está limitada por la ausencia de un movimiento organizado en Irán, el legado contradictorio de la monarquía y las incertidumbres sobre la profundidad y la durabilidad de su apoyo en las actuales condiciones represivas. Su papel principal sigue siendo el de un líder simbólico y un posible factor de unidad para el descontento contra el régimen, más que una fuerza política directa dentro de Irán.
POR SE HABLA DE REINSTAURAR UNA MONARQUÍA EN IRÁN
De hecho, el propio Reza Pahlavi no pide explícitamente la restauración directa de la monarquía, sino que aboga por un referéndum nacional en el que los iraníes puedan decidir libremente si restablecen una monarquía constitucional o eligen otra forma de gobierno. Este enfoque busca enfatizar la legitimidad democrática y evitar la percepción de imponer una monarquía desde el extranjero.
Algunos pueden argumentar que reinstaurar la monarquía es un paso regresivo hacia el pasado. Yo señalaría a España como un ejemplo de por qué esto podría no ser cierto.
El antiguo rey Juan Carlos fue preparado para continuar la dictadura española por el dictador Francisco Franco durante muchos años. Sin embargo, cuando Franco murió, en 1975, el rey estableció una fuerte alianza con el líder de la derecha y antiguo ministro de Franco, Manuel Fraga; el líder comunista Santiago Carrillo y el líder centrista Adolfo Suárez, lo que dio lugar a una transición pacífica y llevó a los españoles a votar tres años más tarde a favor de una constitución democrática que confirmaba que España es una monarquía constitucional que sigue vigente.
Si Pahlavi y otros opositores al régimen actual pueden seguir este modelo de transición podría haber una oportunidad para un avance pacífico hacia la democracia en Irán. Nada podría ser más bienvenido. N
—∞—
Eduardo del Buey es diplomático canadiense jubilado, autor, internacionalista, catedrático y experto en comunicaciones estratégicas. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.