Un hito sin precedentes ha sacudido el mundo de la ciencia y la medicina. Un hombre australiano de 40 años se convirtió en la primera persona a nivel mundial en vivir más de tres meses con un corazón artificial de titanio. Aunque es el sexto paciente en recibir el dispositivo BiVACOR, es el primero en durar más de un mes con él.
Según la revista Nature, que publicó el informe, este innovador dispositivo se emplea como una solución temporal para personas con insuficiencia cardiaca en espera de un trasplante. Actualmente, el paciente se encuentra en recuperación en el Hospital St. Vincent de Sídney tras haber recibido un corazón humano donado.
La intervención quirúrgica para implantar el BiVACOR se realizó en noviembre y duró seis horas. En febrero el paciente recibió el alta y, aunque permaneció un tiempo en una residencia cercana, pudo llevar una vida relativamente normal. Finalmente en marzo se sometió al trasplante de un corazón donado.
“Se trata de un avance significativo en este campo”, destacó Julian Smith, cirujano del Instituto Cardiaco Victoriano de la Universidad Monash en Melbourne.
Hasta ahora, el BiVACOR se ha utilizado únicamente como un puente hasta la llegada de un donante. Sin embargo, el éxito del paciente australiano ha llevado a algunos especialistas a considerar su potencial como una opción definitiva para quienes no son candidatos a un trasplante debido a su edad u otras condiciones médicas. No obstante, esta posibilidad aún debe ser sometida a ensayos clínicos.
En Estados Unidos, aproximadamente 7 millones de adultos padecen insuficiencia cardiaca, pero en 2023 solo se realizaron alrededor de 4,500 trasplantes, en gran parte debido a la escasez de donantes, señala Nature.
CORAZÓN DE TITANIO: EL BIVACOR Y SU FUNCIONAMIENTO
En México, se estima que más de 2.4 millones de personas viven con insuficiencia cardiaca. En este contexto, el BiVACOR fue desarrollado por el ingeniero biomédico Daniel Timms, quien fundó una empresa homónima con oficinas en Estados Unidos y Australia.
Este dispositivo de reemplazo cardiaco total opera como una bomba continua: un rotor suspendido magnéticamente impulsa la sangre en pulsos regulares por todo el cuerpo. Un cable insertado bajo la piel lo conecta a un controlador portátil que funciona con baterías durante el día y se enchufa a la red eléctrica por la noche.

A diferencia de otros dispositivos mecánicos que solo asisten el lado izquierdo del corazón y dependen de múltiples piezas móviles, el BiVACOR cuenta con un solo componente móvil, lo que reduce significativamente el riesgo de fallos mecánicos. “Mientras que otros dispositivos deben flexionarse millones de veces al año para bombear la sangre, el diseño innovador del BiVACOR minimiza el desgaste y promete mayor durabilidad”, explica Joseph Rogers, cardiólogo y presidente del Instituto del Corazón de Texas en Houston. N